martes, 26 de enero de 2010

Haiti... la independencia jamás!

Dicen que esa fue la frase de Napoeon Bonaparte cuando su colonia antillesa mas importante, se sublevó.
Este artículo de Eduardo Galeano (uruguayo) fue publicado hace 6 años, e ilustra palmariamente la realidad socio-política de nuestro hermano país.
No todo se soluciona con unas pocas moneditas donadas a alguna ONG del primer mundo!
Para mas, los rusos denuncian que el catastrófico terremoto que lo acaba de devastar, fue producto de un "experimento" de los USA!
Tal vez como Hiroshima y Nagasaki? O el bombardeo de Dresden?

Para leer y pensar, sobre "las realidades" que nos venden los medios de comunicación masiva del mundo entero... donde las "fatalidades" son siempre "fatales" para los mismos: los pobres, los indios, los negros, los enfermos, los marginados, los animales que se extinguen...
Una "cosmovisión" bien occidental que ya no puede seguir dominando nuestras mentes y almas.

Nuevas y otras realidades, son siempre posibles.
Claro que no con estos "lideres a la occidental" que nos llevan como "chanchos p al matadero".
Debemos abrir nuestros corazones a otras visiones mas sutiles y leves.

Paz, luz, armonía y amor

I n laa ke ch

mandrake

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Haití: La maldición blanca,
Por Eduardo Galeano

El primer día de este año 2004, la libertad cumplió dos siglos de vida en el mundo. Nadie se enteró, o casi nadie. Pocos días después, el país del cumpleaños, Haití, pasó a ocupar algún espacio en los medios de comunicación; pero no por el aniversario de la libertad universal, sino porque se desató allí un baño de sangre que acabó volteando al presidente Aristide.

Haití fue el primer país donde se abolió la esclavitud. Sin embargo, las enciclopedias más difundidas y casi todos los textos de educación atribuyen a Inglaterra ese histórico honor. Es verdad que un buen día cambió de opinión el imperio que había sido campeón mundial del tráfico negrero; pero la abolición británica ocurrió en 1807, tres años después de la revolución haitiana, y resultó tan poco convincente que en 1832 Inglaterra tuvo que volver a prohibir la esclavitud. Nada tiene de nuevo el ninguneo de Haití. Desde hace dos siglos, sufre desprecio y castigo. Thomas Jefferson, prócer de la libertad y propietario de esclavos, advertía que de Haití provenía el mal ejemplo; y decía que había que “confinar la peste en esa isla”. Su país lo escuchó. Los Estados Unidos demoraron sesenta años en otorgar reconocimiento diplomático a la más libre de las naciones. Mientras tanto, en Brasil, se llamaba haitianismo al desorden y a la violencia. Los dueños de los brazos negros se salvaron del haitianismo hasta 1888. Ese año, el Brasil abolió la esclavitud. Fue el último país en el mundo. Haití ha vuelto a ser un país invisible, hasta la próxima carnicería. Mientras estuvo en las pantallas y en las páginas, a principios de este año, los medios trasmitieron confusión y violencia y confirmaron que los haitianos han nacido para hacer bien el mal y para hacer mal el bien.

Desde la revolución para acá, Haití sólo ha sido capaz de ofrecer tragedias. Era una colonia próspera y feliz y ahora es la nación más pobre del hemisferio occidental. Las revoluciones, concluyeron algunos especialistas, conducen al abismo. Y algunos dijeron, y otros sugirieron, que la tendencia haitiana al fratricidio proviene de la salvaje herencia que viene del Africa. El mandato de los ancestros. La maldición negra, que empuja al crimen y al caos.

De la maldición blanca, no se habló. La Revolución Francesa había eliminado la esclavitud, pero Napoleón la había resucitado: –¿Cuál ha sido el régimen más próspero para las colonias? –El anterior. –Pues, que se restablezca. Y, para reimplantar la esclavitud en Haití, envió más de cincuenta naves llenas de soldados.

Los negros alzados vencieron a Francia y conquistaron la independencia nacional y la liberación de los esclavos. En 1804, heredaron una tierra arrasada por las devastadoras plantaciones de caña de azúcar y un país quemado por la guerra feroz. Y heredaron “la deuda francesa”. Francia cobró cara la humillación infligida a Napoleón Bonaparte. A poco de nacer, Haití tuvo que comprometerse a pagar una indemnización gigantesca, por el daño que había hecho liberándose. Esa expiación del pecado de la libertad le costó 150 millones de francos oro. El nuevo país nació estrangulado por esa soga atada al pescuezo: una fortuna que actualmente equivaldría a 21,700 millones de dólares o a 44 presupuestos totales del Haití de nuestros días. Mucho más de un siglo llevó el pago de la deuda, que los intereses de usura iban multiplicando. En 1938 se cumplió, por fin, la redención final. Para entonces, ya Haití pertenecía a los bancos de los Estados Unidos. A cambio de ese dineral, Francia reconoció oficialmente a la nueva nación. Ningún otro país la reconoció. Haití había nacido condenada a la soledad. Tampoco Simón Bolívar la reconoció, aunque le debía todo. Barcos, armas y soldados le había dado Haití en 1816, cuando Bolívar llegó a la isla, derrotado, y pidió amparo y ayuda. Todo le dio Haití, con la sola condición de que liberara a los esclavos, una idea que hasta entonces no se le había ocurrido. Después, el prócer triunfó en su guerra de independencia y expresó su gratitud enviando a Port-au-Prince una espada de regalo. De reconocimiento, ni hablar.

En realidad, las colonias españolas que habían pasado a ser países independientes seguían teniendo esclavos, aunque algunas tuvieran, además, leyes que lo prohibían. Bolívar dictó la suya en 1821, pero la realidad no se dio por enterada. Treinta años después, en 1851, Colombia abolió la esclavitud; y Venezuela en 1854. En 1915, los marines desembarcaron en Haití. Se quedaron diecinueve años. Lo primero que hicieron fue ocupar la aduana y la oficina de recaudación de impuestos. El ejército de ocupación retuvo el salario del presidente haitiano hasta que se resignó a firmar la liquidación del Banco de la Nación, que se convirtió en sucursal del Citibank de Nueva York. El presidente y todos los demás negros tenían la entrada prohibida en los hoteles, restoranes y clubes exclusivos del poder extranjero. Los ocupantes no se atrevieron a restablecer la esclavitud, pero impusieron el trabajo forzado para las obras públicas. Y mataron mucho. No fue fácil apagar los fuegos de la resistencia. El jefe guerrillero, Charlemagne Péralte, clavado en cruz contra una puerta, fue exhibido, para escarmiento, en la plaza pública.

La misión civilizadora concluyó en 1934. Los ocupantes se retiraron dejando en su lugar una Guardia Nacional, fabricada por ellos, para exterminar cualquier posible asomo de democracia. Lo mismo hicieron en Nicaragua y en la República Dominicana. Algún tiempo después, Duvalier fue el equivalente haitiano de Somoza y de Trujillo. Y así, de dictadura en dictadura, de promesa en traición, se fueron sumando las desventuras y los años.

Aristide, el cura rebelde, llegó a la presidencia en 1991. Duró pocos meses. El gobierno de los Estados Unidos ayudó a derribarlo, se lo llevó, lo sometió a tratamiento y una vez reciclado lo devolvió, en brazos de los marines, a la presidencia. Y otra vez ayudó a derribarlo, en este año 2004, y otra vez hubo matanza.

Y otra vez volvieron los marines, que siempre regresan, como la gripe.
Pero los expertos internacionales son mucho más devastadores que las tropas invasoras. País sumiso a las órdenes del Banco Mundial y del Fondo Monetario, Haití había obedecido sus instrucciones sin chistar. Le pagaron negándole el pan y la sal. Le congelaron los créditos, a pesar de que había desmantelado el Estado y había liquidado todos los aranceles y subsidios que protegían la producción nacional. Los campesinos cultivadores de arroz, que eran la mayoría, se convirtieron en mendigos o balseros. Muchos han ido y siguen yendo a parar a las profundidades del mar Caribe, pero esos náufragos no son cubanos y raras veces aparecen en los diarios.

Ahora Haití importa todo su arroz desde los Estados Unidos, donde los expertos internacionales, que son gente bastante distraída, se han olvidado de prohibir los aranceles y subsidios que protegen la producción nacional. En la frontera donde termina la República Dominicana y empieza Haití, hay un gran cartel que advierte: El mal paso. Al otro lado, está el infierno negro. Sangre y hambre, miseria, pestes.

En ese infierno tan temido, todos son escultores. Los haitianos tienen la costumbre de recoger latas y fierros viejos y con antigua maestría, recortando y martillando, sus manos crean maravillas que se ofrecen en los mercados populares. Haití es un país arrojado al basural, por eterno castigo de su dignidad. Allí yace, como si fuera chatarra. Espera las manos de su gente.

domingo, 24 de enero de 2010

Crónica de una VERDAD ya anunciada... o los negocios de la industria farmacéutica mundial

En plena campaña mediática de la ya casi olvidada gripe porcina, en este humilde blog publicamos algunos post sobre la impostura, bien sazonada de engaños, manipulaciones y burdas mentiras, de las posturas de la Organizacion Mundial de la Salud - OMS sobre esta supuesta pandemia.

Un buen diario argentino (aunque ya no es lo que fuera), Pagina 12, publica en su edicion del 17/01/2010 esta contratapa de Juan Gelman, que ya pasados unos cuantos meses de la "pandemia" hecha un poco de luz sobre el montaje y manipulacion sobre la Gripe A.

Cuando hablo de que el sistema NO RESPETA LA VIDA, hablo exactamente de éste tipo de situaciones.
La irresponsabilidad de los organismos internacionales, la voracidad de las grandes industrias farmacéuticas, la carencia absoluta de ética en los negocios (nunca la tuvieron!) y la complicidad de los estados nacionales, terminan de pintar el panorama de una civilizacion occidental (recordar la "cosmovision occidental") en absoluta decadencia, corrupta hasta extremos dificiles de creer, y que no puede manejar "la realidad" y por eso crea una afin a su vision y a sus paradigmas obscenos, atentando así contra la armonía de la Madre Tierra y de las especies que la habitamos.

Tal vez tengamos , para separarnos de ellos, pensar en una nueva categoria de seres humanos: Homo rapazus capitalistum occidentalum!

Paz, lus, armonía y amor

I n laake ch

mandrake


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Pagina 12, edicion 17/01/2010, contratapa


El Dr. Gripe

Por Juan Gelman

Es el apodo del profesor Albert Osterhaus, celebradísimo y respetadísimo especialista en virología que cuenta entre sus logros científicos la detección –entre otros– del virus de la gripe aviar y últimamente el de la gripe H1N1 o gripe A. Ha alertado infatigablemente acerca de los peligros de la última y su equipo hasta preparó a esos efectos un videojuego en el que se recuerda la pavorosa “gripe española” que segó la vida de 40 millones de personas en 1918. Consejero eminente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), habría contribuido a que el organismo de las Naciones Unidas estableciera que el virus H1N1 había desatado una pandemia con la consiguiente ola de temor que recorrió el planeta. El prestigio del Dr. Gripe padece hoy una declinación abrupta: se lo investigó por corrupción.

La cámara baja neerlandesa, sospechando un grueso conflicto de intereses y/o una posible malversación, creó un comité parlamentario para indagar un hecho inquietante: alimentadas por empresas farmacéuticas, las cuentas bancarias del profesor Osterhaus habrían engordado a la vez que la OMS incrementaba la cota de peligro del virus H1N1 hasta instalarlo en el nivel 6 de “urgencia pandémica” (www.theflucase.com, 3-12-2009). El semanario científico británico Science señaló sobre el tema: “En los últimos seis meses, rara vez se encendía un televisor en los Países Bajos sin ver al afamado cazador de virus Albert Osterhaus hablando de la pandemia de gripe A. O así lo parecía. Osterhaus dirige un laboratorio de virología renombrado internacionalmente en el Centro Médico Erasmus (sito en Rotterdam). Pero la semana pasada su reputación cayó en picada cuando se adujo que estaba azuzando el temor a una pandemia para promover sus propios intereses comerciales en el desarrollo de vacunas” (www.sciencemag.org, 16-10-09). Según The Market Oracle, informativo diario online sobre cuestiones financieras, el Dr. Gripe “es el nexo de una red internacional que se conoce como ‘la Mafia farmacéutica’” (www.marketora cle.co.uk, 8-12-09).

El cuerpo parlamentario de los Países Bajos rechazó finalmente la moción de romper todo vínculo con el virólogo, aunque anunció una ley que obligará a los científicos neerlandeses a revelar sus vínculos financieros con empresas privadas. Pero una investigación del reconocido periodista, historiador y analista de cuestiones económicas F. William Engdahl llega a la conclusión de que el Dr. Gripe “pudiera ser el eje de una estafa de varios miles de millones de dólares montada alrededor del peligro de una pandemia. Se trataría de un fraudulento sistema por el que vacunas no sometidas a los necesarios procesos de ensayo estarían siendo utilizadas en seres humanos, lo cual conlleva el riesgo –que ya se ha observado– de provocar serias secuelas, como parálisis graves e incluso la muerte” (www.voltaire net.org). Casi nada.

Engdahl señala que el Dr. Gripe preside el Grupo Europeo de Trabajo Científico sobre la Gripe (ESWI, por sus siglas en inglés) que asesora a la OMS y que “está enteramente financiado por los mismos laboratorios farmacéuticos que ganan miles de millones gracias a la urgencia pandémica, mientras que los anuncios que hizo la OMS obligan a los gobiernos del mundo entero a comprar y almacenar vacunas. El ESWI recibe financiamientos procedentes de los fabricantes y distribuidores de vacunas contra el H1N1, como Baxter Vaccins, Mediummune, GlaxoSmithKline, Sanofi Pasteur y otros, entre los que se encuentran Novartis, que produce la vacuna, y el distribuidor de Tamiflu, Hoffman-La Roche”. Los grandes, pues. El ESWI insistía en que la gripe A podía convertirse en una pandemia tan feroz como la causada por la gripe española y Engdahl recoge una estimación del banco JP Morgan: gracias a la alerta de pandemia declarada por la OMS, los grandes industriales farmacéuticos podían acumular entre 7500 millones y 10.000 millones de dólares de ganancias.

¿Y el papel de la OMS en todo esto? El número de muertos que el virus H1N1 produjo no alcanza el nivel de una pandemia y Engdahl cita las declaraciones que el epistemólogo Tom Jefferson formuló en una entrevista concedida a Der Spiegel (21-7-09). La OMS dio a conocer en abril del 2009 una nueva definición de “pandemia” de la que habían desaparecido conceptos anteriores: “La vieja definición –indicó Jefferson– remitía a un virus nuevo, de rápida propagación para el que no existe inmunidad y que provoca una alta tasa de enfermos y de muertes. Hoy estos dos últimos parámetros sobre las tasas de infección han sido suprimidos y fue así cómo la gripe A entró en la categoría de las pandemias”.

Engdahl propone una explicación del oportuno corte: en virtud de las alianzas entre sectores públicos y privados que la OMS ha alentado en la última década, el organismo recibe de las empresas privadas, además de los fondos proporcionados por los gobiernos de los países miembros de la ONU, “cerca del doble del presupuesto que habitualmente le destina la ONU, en forma de becas y de ayudas financieras. Esos fondos proceden de los mismos fabricantes de vacunas que se benefician con decisiones oficiales como la adoptada en junio de 2009 sobre la urgencia endémica del virus H1N1”. Si así fuere, la OMS habría ayudado al Dr. Gripe a mantener en vilo al mundo entero para las ganancias multimillonarias de unos pocos.



miércoles, 20 de enero de 2010

Haití...siempre puede haber otras visiones!

Ayer, cuando terminé de escribir el post anterior, de alguna manera sentí que había sido descarnadamente explícito y duro.

Sentí que me faltó una vision mas profunda que la politico/ecolo/pacifico/espirtuo... etc.
Una vision que pudiera hacer algo por las cientos de miles de almas que han desencarnado en el hermano país y en aquellos que sufren dolor y pena por los muertos, y por los que sufren padeciemientos y dolores físicos.

Una amiga, me mandó este texto y me pareció que él refleja mejor este lado que faltara en mi primer post.

No es que comparta todo lo que se dice, pero quiero ser respetuoso con quien lo escribió y lo publicaré entero, salvo las imágenes que no las pude bajar/subir (entre ellas la de la Gran Invocación, esta en la pagina web).

Soy de los que piensa y siente, que elevarse a un punto para orar, o meditar, o imaginar o transmitir bienestar, luz, amor, armonía y paz a los semejantes es un ejercicio que SIEMPRE VALE LA PENA!

I n laa ke ch

mandrake

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REFLEXIONES SOBRE HAITÍ

Cuando el Universo quiere que la humanidad centre su atención de manera global en una zona, siempre crea circunstancias masivas que obligan a ello. Haití no ha sido la excepción. El mundo entero mantiene su atención ahí y así permanecerá por un tiempo obligándonos a reflexionar y volver la mirada a las zonas que hace falta atender de manera masiva e individual.
A través del sufrimiento y el dolor se nos está obligando a crear cambios necesarios que no han podido hacerse a través de otras formas. Haití se desploma y con ello se desploma una existencia de esclavitud, pobreza, dolor, miedo, carencia y un sistema caduco.
Energéticamente se libera. Físicamente quedan las acciones a tomar.

La realidad de Haití no está aislada a las demás zonas del mundo. No estamos alejados ni exentos de una catástrofe similar. En términos espirituales, Haití, nos refleja mucho de nuestra sombra también. Haití ha sido siempre la representación de la pobreza, la carencia y el miedo más básico de sobrevivencia, entre otras cosas.

También nosotros seguimos siendo esclavos. Atados por dinero, presas de nuestros propios deseos.
Esclavizados a trabajos que no nos llevan a ningún lado para cumplir deseos materiales superficiales que nos atan aún más y que no satisfacen las necesidades más profundas del alma.
Esclavizados a un sistema económico, político, religioso y social que no acepta el cambio, esclavizados de nuestras ansias de riqueza y de poder vistos desde una perspectiva limitada y superficial.
Vivimos en base al miedo, miedo de no tener, miedo de que se termine, miedo a no sobrevivir. Guardamos en nuestras memorias ancestrales y colectivas miedos básicos que YA NO PERTENECEN A NUESTRA REALIDAD ACTUAL y que es preciso soltar ya, pero que no sólo sostenemos en nosotros, sino que los alimentamos día a día.

Es imposible mantenernos indiferentes al dolor y dejar de movilizarnos a través del sufrimiento que Haití representa.

Nuestra ayuda a Haití la podemos dar a todos los niveles HAZLO A TODOS LOS NIVELES:

A nivel físico
Realiza las donaciones pertinentes que puedas realizar. A estas alturas ya tendrás datos concretos de lugares para hacerlo.

A nivel energético
Te propongo un ritual para mantener la Luz en tiempo indefinido. Mantén encendida una vela blanca por Haití. Prepara tu vela antes de encenderla para cargarla de energía y consagrarla a este propósito de la siguiente manera:
•Frota tus manos (para abrir tus canales energéticos).
•Sostén entre tus manos la vela, mientras lo haces visualiza luz para Haití, liberación del dolor y sufrimiento, amor para cada una de las personas, imagina un Haití libre, en amor y felicidad.
Visualiza y siente. Imagina colores como el violeta, el rosa o el blanco cubriendo Haití. Cada imagen y sentimiento es una impresión energética que estás haciendo.
Si puedes extender esta energía para ir más allá y visualizar el planeta entero de esta manera, mucho mejor ¡el mundo entero lo necesita!.

De esta forma, ha quedado impresa esta frecuencia y al encenderla, esta energía se liberará a través de su llama movilizando la energía para su realización.
•Mantenla encendida por lo menos 15 minutos diarios. Mientras está encendida puedes rezar alguna oración. Te sugiero La Gran Invocación pero si tú tienes en mano otra, elije la que sea mejor para ti.
•No apagues la vela soplándolas, utiliza siempre un apaga velas.
•Puedes mantener este ritual los días que tú desees. El caos mundial que estamos viviendo requiere de mucha gente, mucha energía y tiempo para polarizarlo. Tú decides el tiempo.

A nivel espiritual
Aunque cada catástrofe responde a una determinada concentración de energía en el lugar en el que se manifiesta, no podemos quedar fuera de la responsabilidad que todos y cada uno tenemos en ello.
Sanamos a través de lo que nos refleja nuestro entorno y al sanarnos, sanamos nuestro entorno también. Sánate a ti mismo a través del espejo de Haití ¿Qué refleja de ti o de tu país?.
Disuelve en ti los niveles de carencia que tienes. Disuelve en ti los niveles de esclavitud existentes, libérate de tus propias cadenas y las limitantes de los deseos basados en el materialismo puro y tu miedo a no tener. Libérate de los diferentes rostros del miedo, ya no son necesarios, ya puedes hacerte cargo de tu vida con responsabilidad.
El llevar tu atención a estas zonas, reconocerlas y aceptarlas abre la puerta al cambio.
ÚNETE A ESTA RED
ENCIENDE UNA VELA POR HAITÍ Y EL MUNDO
SANA TUS HERIDAS MÁS PROFUNDAS A TRAVÉS DEL ESPEJO,
PORQUE NO ESTAMOS SEPARADOS,
PORQUE SOMOS PARTE DE LO MISMO,
Y PORQUE ESTANDO FUERA DE LA ZONA DE SUFRIMIENTO,
ES MÁS FÁCIL SINTONIZAR CON EL AMOR Y LA LUZ QUE HACE FALTA EN ESTOS MOMENTOS.


Mil gracias por estar aquí,
Harumi Puertos

Lillian García Bosques
Walton Street Capital México
Av. Paseo de las Palmas 1005 7º piso
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martes, 19 de enero de 2010

Haiti... mas de lo mismo!

Las tragedias humanas que se producen por las acomodaciones de la Pacha Mama a las nuevas condiciones, suelen golpearnos brutalmente.
Aún no conocemos exactamente el numero de víctimas fatales, se hablo de 40 mil, luego de 100 mil, ahora de 140 mil. Toda muerte es dolorosa y mas cuando se produce sobre una población tan castigada como la de los hermanos haitianos.

Haití es un país típicamente pre capitalista, donde este sistema perverso no se ha asentado definitivamente (como en muchos paises del Africa y algunos de Asia). En general ésto se dice, como quien disparase una anatema!
Haití no tiene estado!
Y eso es terrible para sus pobladores!
Cuanta hipocrcía, no?
Si Haití no tiene estado es porque al 6% de la poblacion mas rica, que detenta el 70% de las riquezas nacionales... simplemente NO LE CONVIENE TENER ESTADO!
Y a la gran masa de la gente, eso no le parece tan importante.

En que le hubiera beneficiado al pueblo haitiano que el estado capitalista, no nato, de su país se hubiera hecho cargo de la situación?
Hubiera habido menos muertos o heridos? O niños, enfermos y ancianos desprotegidos?
Para nada
Pues esas son las condiciones de vida en ese país, antes y después del terremoto y otras calamidades que los han azotado.

Haiti ha sido sistemáticamente saqueado por las potencias, ellas si muy "estatizadas" y civilizadas que los han dominado otrora... España, Francia y los USA.
Y su "pobreza" no es porque los haitianos sean "vagos y perezosos" (como los indios de otrora) sino porque es el destino que precisamente el capitalismo les ha asignado.

Podríamos reprocharle a la poblacion su falta de organizacion y de lucha para obtener una organizacion social mejor?
Pero cada vez que lo intentaron, las elites dirigentes, sus propios dictadores y las potencias imperiales de turno... y aún las Naciones Unidas (dirigida por estas potencias) han masacrado cualquier intento de cambio proveniente de las masas populares.

Y lo que es peor, si de las potencias depende, Haiti seguirá así por siempre!
El liberador de pueblos oprimidos y primer prsidente negro de los USA, que gasto miles de BILLONES de dollares para rescatar a la banca corrupta e inescrupulosa de su pais, ha anunciado que enviará la fabulosa suma de 100 (si leyó bien!) 100 millones de papelitos verdes para "ayudar" a Haití... y nada menos que 6 mil marines!
Que están tomando el mando del país en estas 48 horas en las cuales nadie puede entrar ni salir del mismo.

No se trataba de ayudar entonces?
6 mil marines pueden ayudar a reconstruir el estado haitiano, a recuperar la infraestructura perdida, rescatar y enterrar a las victimas, distribuir agua, alimentos y curar heridos?
No habría sido mejor enviar 6 mil equipos de médicos y paramédicos y aún payés, manosantas, chamanes y sanadores?

Es evidente que una vez mas los USA "se han hecho cargo de la situacion" y el presidente "tostadito" le propone a Brasil y Canadá que los acompañen en la aventura de seguir exprimiendo al pobre pueblo haitiano.

Las Naciones Unidas?
Bien gracias!
Las potencias Europeas?
...quien yo?

Como vemos la ley del saqueo imperará una vez mas en tierras haitianas y será en beneficio de los poderosos de siempre, los que lucran y ganan dinero aún con los desastres naturales y la muerte de cientos de miles de personas.

El capitalismo, las potencias imperiales, en su voracidad, no se detienen ante nada.
Su "cosmovision" los obliga a corromperse cada vez mas y mas. a llevar la degradacion de la especie humana cada vez mas lejos, a lucrar con la muerte como lo hacen con la vida!

Y lo que es peor, de la impresión que hay terremotos por todas partes.
Será una "campaña de prensa" mundial?
Será una manifestacion de la Pacha Mama, astiada que estos bichitos humanos sigan con sus podredumbres que no respetan la vida?

Solo el transcurso del tiempo, nos demostrará ante que escenario estamos!

Eso si: de las potencias capitalistas e imperiales, no esperan nunca nada de bueno o solidario!

Que lejos estamos de las cosmovisiones de los PPOO de cualquier lugar del mundo, que por su integracion con la naturaleza, hasta saben cuando ocurrirá un evento de este tipo, como se demostró en Tailandia cuando los habitantes originarios se replegaron a las montañas sabiendo por la observacion de sus animales, que un tsunami se acercaba(tema de estudio ahora de los antropologos occidentales)

La humanidad se enfrenta con claridad a dos modelos (con sus respectivas variantes): o sigue viviendo bajo la cosmovision y paradigma occidental/capitalsta/depredadora, o la cambia asumiendo cosmovisiones ancestrales de armonía con la Madre Tierra.
Ustedes sabrán que alternativa escoger... y que camino recorrer

Ya lo dijera el viejo don William: ser o no ser?

Paz, luz, armonía y amor!

I n laa ke ch

mandrake

viernes, 15 de enero de 2010

Creer? Reventar? o registrar y ver que pasa...?

Sabeis vosotros, que este mago es una especie de militante ecológico, apoyado en las cosmovisiones de los PPOO de nuestro continente y del respeto a las otras especies con las que convivimos en nuestra amada Madre Tierra, la Pacha Mama.

Este texto, me lo acercó un amigo PEZ (o PESCAU) y que vive cerca del mar Caribe en las Bolivarianas tierras de Venezuela, en sus cálidas y cristalinas aguas.

El texto me suena un poco "irreal" o demasiado "conspirativo", pero a ustedes de leerlo y hacerse una opinión.

Paz, luz, armonía y amor!
I n laak e ch

mandrake


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LO QUE NO NOS DIJERON DEL CAMBIO CLIMATICO

Por: Fernando y Valerie Velázquez; Los Angeles, EEUU – Diciembre 2009

La larga y contenciosa reunión de representantes de 193 países en la ciudad de Copenaghen en Dinamarca en los últimos días, terminó con un acuerdo no vinculante entre unos cuantos países poderosos, dejando la clara impresión de que las naciones que contaminan mas el planeta, han decidido continuar con sus emisiones de gases tóxicos sin importarles la opinión pública mundial.

Pero no todos aceptan que el mundo se está calentando y que su enfriamiento debe ser la prioridad inmediata.

El primero de este mes la Prensa Asociada reportó que el director de la prestigiosa Unidad de Investigación climática de la Universidad de East Anglia en Gran Bretaña, renunció a su puesto pendiente de una investigación sobre sus declaraciones respecto a un cambio climático hecho por el hombre.

El año pasado, el columnista inglés Christopher Book, escribió en el diario “Telegraph” que desde 2007, las temperaturas del hemisferio norte habían sido tan bajas que en Canadá y Estados Unidos la temporada fría fue bautizada como “El Invierno del Infierno”.

El 12 de este mes, la Prensa Asociada citó a Mark Frankel, Director de la “Asociación Americana para la Libertad Científica , Responsabilidad y Ley”, diciendo que los científicos están tan convencidos de su propia ciencia que si tu no estás con ellos, tu estás contra ellos.

El columnista británico, Christopher Book, señala que la temperatura del planeta era más alta que hoy hace mil años, fecha que es descrita por historiadores como el periodo de Calentamiento Medieval.

Noviembre de 1998 fue el año menos caliente desde que se empezó a documentar la temperatura hace 113 años, acota el inglés.

ALTERACION INTENCIONAL DEL CLIMA

Otros no descartan la manipulación del clima para dar la impresión de que es necesaria una transformación de la tecnología industrial moderna, entre ellos está Michael Chossudovski, profesor de Economía en la Universidad de Ottawa y Director del Centro de Estudios de la Globalización.

En 1977, la Unión Soviética y Estados Unidos impulsaron la aprobación en la ONU de “ La Convención sobre la Prohibición del uso de Técnicas de Modificación del Medio Ambiente para usos Militares o cualquier otro Uso Hostil”.

Esta fue firmada y su re aprobación, confirmada en 1992, en la Conferencia sobre Cambio Climático en Río, añade el investigador.

El profesor Chossudovski habla, en parte, del controversial: High Frequency Active Auroreal Research Project, conocido como HAARP.

“El ARPA” es un complejo gigantesco en Alaska, equipado con múltiples antenas capaces de inyectar en la ionosfera del planeta poderosas descargas electro magnéticas

a frecuencias múltiples. “El ARPA” fue construída por APTI, “Power Technologies Incorporated” y vendida, más tarde, a “E-Systems”, uno de los más grandes contratistas que trabajan con los servicios de inteligencia.

“E-Systems” ahora es propiedad de la compañía de armamentos “Raytheon”.

De acuerdo al Doctor Nick Begich y a Jeane Manning, autores de los libros: “Angeles no Tocan esta Arpa; Avances en la Tecnologia Tesla ” y "Vandalismo en el Cielo”, ese mecanismo es capaz de alterar el clima.

La modificación se logra utilizando la técnica de resonancia del científico Nikola Tesla, enviando pequeñas señales a las bandas Van Allen del planeta.

Los autores alegan que se conoce de la existencia de varias iniciativas encaminadas a ese fin como son: “Proyecto Skyfire” y “Proyecto Stormfury” del Departamento de Defensa, para manipular huracanes y rayos.

También está la tecnología usada en Vietnam para provocar lluvias y estudios hechos por los militares estadounidenses con rayos laser o químicos para destruir la capa de ozono encima del enemigo, crear temblores o detectarlos.

El plan maestro “Spacecast 2020” revelado por la Fuerza Aérea incluye una sección sobre manipulación del clima, anotan Begich y Manning,

CORTINA DE HUMO PARA PLAN FINANCIERO

La campaña mediática sobre la gravedad del cambio climático es una táctica alarmista para distraernos de las guerras en Irak, Afganistán y Pakistán, así como del uso, en varios países, de armas atómicas como son (depleted uranium) el uranio comprimido

(empobrecido), dice el investigador Choussudovski.

La conferencia en Copenhagen es sencillamente otra maquinación del capitalismo global para acumular más ganancias y distraer a la población mundial de verdaderos problemas que enfrenta, como son, la crisis económica y las guerras.

LOS VERDES AL SERVICIO DEL IMPERIO

El escritor sugiere que se tome nota de que la organización ambientalista Green Peace, uno de los principales actores detrás de esa campaña mediática, podrían estar financiados por los Rockefeller, y son parte de un proyecto de los centros financieros asociados a JP Morgan Chase y otros, que pretenden adquirir billones en los mercados bursátiles con la compra-venta de permisos para contaminar, y con los derivativos que adquirirán un enorme valor, dice el escritor.

QUIEREN QUITAR LA TIERRA A LOS INDIGENAS

Wayne Madsen, editor de la revista cibernética waynemadsenreport.com, critica a los promotores de la compra venta de permisos para emitir carbono, como el ex vice presidente Al Gore, que se lucra promoviendo un plan del gran capital diseñado para adueñarse del Amazonas y otras regiones verdes del planeta.

La certeza de que el mundo está en peligro también podría persuadir a gobiernos del sur a utilizar el dinero destinado a la educación y otros programas sociales, en la compra de placas solares (fotovoltáicas) y abanicos de viento para generar electricidad.

El “prometedor discurso” del Presidente Barack Obama en su publicitado “Foro Comunitario” en Colorado, prometió un “milagro economico” vendiendo tecnologia verde al mundo en los próximos años.

LOS RICOS ACTUAN FUERA DE LA DEMOCRACIA

En tanto, los representantes del mundo que aceptan el “diagnóstico oficial” de un calentamiento constante y la posibilidad de catástrofes “a la vuelta de la esquina”, vieron con desagrado cómo los poderosos imponían el llamado “Acuerdo de Copenhagen” sobre el resto del orbe.

El documento se reduce a compromisos vagos y genéricos, que dejan en el aire la perspectiva de un acuerdo completo de reducción de emisiones de gases que debería adoptarse en 2010.

Además, adelanta que el calentamiento del planeta se mantendrá en un promedio de dos grados centígrados, lo cual es interpretado por las naciones africanas como una condena al calcinamiento, ya que éstas ya son golpeadas por sequías.

La actitud de desden de los países ricos, generó un comentario del presidente Hugo Chávez, de Venezuela, que resonó en los medios de comunicacion del orbe: “Si el clima fuera un banco capitalista ellos ya lo hubieran salvado”. acotó el presidente venezolano.

AMBIENTALISTAS DIVIDIDOS

Los ambientalistas del mundo están divididos, dice James Petras, experto en política exterior de Estados Unidos y en cuestiones de ecología.

Unos verdes están aliados con las naciones imperialistas y otros con los pueblos indígenas del sur. Ahora será cuestión de ver como estos últimos, con su actitud de campeones, pueden trabajar con los pueblos originarios.

Ya sabemos que los indígenas aceptan la alianza de los del norte, siempre y cuando estos acaten el liderazgo del sur.

Algunos indígenas como el canadiense Clayton Thomas- Mueller, están convencidos de que el sector financiero transnacional y compañías petroleras, intentan apoderarse de la tierras de los pueblos originarios del mundo.

UN NUEVO MUNDO ES POSIBLE

El mundo enfrenta un futuro catastrófico ahora, pues no tiene suficiente capital de desarrollo, llegó el fin de la energía barata y existe una amenaza por la hegemonía de Estados Unidos.

El paradigma oficial es obsoleto y necesitamos uno creado por movimientos sociales que sean capaces de retomar el control de sus gobiernos y que no tenga que sacrificar comunidades enteras para beneficiar a unos cuantos ricos y poderosos, concluye Thomas-Muller.

sábado, 9 de enero de 2010

El crepúsculo del capitalismo

Y bue, ya que hablamos de algunos "científicos" que ven mas lejos que la mayoría, les regalo este articulo de Jorge Beinstein, a quien leo muy seguido cuando quiero saber de que va la cosa en el terreno económico mundial. Claro, él como buena persona que es, no solo habla de economía. Es largo, pero leeanlo que vale la pena, y después de todo... tienen todo un fin de semana para hacerlo.

Paz, luz, armonía y amor

I n laake ch

mandrake







ALAI, América Latina en Movimiento

2009-12-17
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En el comienzo de un largo viaje

Crepúsculo del capitalismo, nostalgias, herencias, barbaries y esperanzas a comienzos del siglo XXI

Jorge Beinstein

¿Comienzo del fin (o fin del comienzo) de la crisis?



Desde el inicio de 2009 Ben Bernanke señalaba que antes del fin de ese año comenzarían a verse síntomas claros de superación de la crisis y hacia el mes de agosto anunció que "lo peor de la recesión ha quedado atrás" (1). Antes de que estallara la bomba financiera en septiembre de 2008 Bernanke pronosticaba que dicho estallido nunca iba a ocurrir, y cuando finalmente ocurrió su nuevo pronóstico era que en poco tiempo llegaría la recuperación, ahora el Presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos ha decidido no esperar más y le anuncia al mundo el comienzo del fin de la pesadilla.

No ha sido el único en hacerlo, una apabullante campaña mediática ha venido utilizando algunas señales aisladas para imponer esa idea. Así fue como el renacimiento de la burbuja bursátil global desde mediados de marzo fue presentada como un síntoma de mejoría económica general, una nube de "expertos" nos explicó que la euforia de la Bolsa estaba anticipando el fin de la recesión.

En realidad las inyecciones masivas de dinero de los gobiernos de las grandes potencias económicas beneficiando principalmente al sistema financiero generaron enormes excedentes de fondos que, en condiciones de enfriamiento generalizado de la producción y el consumo, encontraron en los negocios bursátiles un espacio favorable para rentabilizar sus capitales.

Jugando al alza de los valores de las acciones empujaban hacia arriba sus precios lo que a su vez incitaba a invertir más y más dinero en la Bolsa. A esto debemos agregar que el motor de la euforia bursátil mundial, la bolsa de los Estados Unidos, además del dinero derivado de los salvatajes locales ha estado recibiendo importantes flujos de fondos especulativos externos que aprovechando la persistente caída del dólar se precipitaron a comprar acciones baratas y en alza.

Se repitió así la secuencia especulativa de fines de los años 1990 y de 2007 pero con una diferencia decisiva: el contexto de la burbuja actual no es el crecimiento de la economía sino la recesión (o en el mejor de los casos el estancamiento). Las burbujas anteriores (bursátiles, inmobiliarias, comerciales, etc.) interactuaban "positivamente" con el resto de las actividades económicas; la subas en los precios de las acciones o de las viviendas alentaban el consumo y la producción y a su vez estos crecimientos generaban fondos que en buena medida se volcaban hacia los negocios especulativos produciéndose así una suerte de circulo virtuoso especulativo-consumista-productivo de carácter global en última instancia perverso, destinado a mediano plazo al desastre pero que causaba prosperidad en el corto plazo.

Por el contrario la burbuja bursátil de 2009 contrasta con bajos niveles de consumo e inversiones productivas y altos niveles de desocupación. Los excedentes de capitales bloqueados por una economía productiva declinante consiguen beneficios en la especulación financiera, lo que se produce entonces gracias a los fabulosos salvatajes financieros de los gobiernos es un circulo vicioso basado en la especulación financiera y el crecimiento débil o negativo.

En el caso del gobierno norteamericano este efecto negativo fue suavizado a través de enormes subsidios que consiguieron apuntalar algunos consumos y de ese modo desacelerar primero y más adelante revertir la curva descendente del Producto Bruto Interno. A las fuertes caídas del último trimestre de 2008 y del primero de 2009 le sucedió un descenso suave en el segundo trimestre y un crecimiento en el tercero empujado por los subsidios gubernamentales para la compra de automóviles y viviendas más los gastos militares, pero detrás de esa efímera recuperación aparece la expansión desenfrenada del déficit fiscal y del endeudamiento público.

Es evidente que la economía norteamericana no sale de la trampa de la decadencia, los alivios transitorios, las tentativas de recuperación, los crecimientos drogados fortalecen, recomponen los mecanismos parasitarios que la han llevado al desastre actual. Y el hundimiento del imperio (del centro articulador del mundo capitalista) arrastra al conjunto del sistema mundial.

Ahora, hacia fines de 2009, nos encontramos a la espera de una próxima segunda caída recesiva (el año 2010 podría ser el período de dicha catástrofe) seguramente mucho más fuerte que la desatada en el último trimestre de 2008. Los salvatajes financieros globales de 2008-2009 desaceleraron la caída económica pero generando enormes déficits fiscales en las potencias centrales que las coloca ante graves amenazas inflacionarias y de debilitamiento extremo en la capacidad de pago de sus Estados, cuya generosidad fiscal (hacia las grandes empresas y las instituciones financieras) no consiguió generar el ansiado despegue de la inversión y el consumo que anunciaban sus dirigentes.

Según ellos ese prometido golpe de demanda debería producir la reactivación durable de la economía mundial y en consecuencia la reducción de los déficits, la anulación del peligro hiper-inflacionario, etc. Apenas lograron modestas reactivaciones de ciertos consumos, algunas ilusiones estadísticas (crecimientos del PBI, etc.) y más parasitismo. El fracaso es evidente, lo que no impide que vuelvan una y otra vez a aplicar sus inútiles medicinas intervencionistas (en una curiosa combinación ideológica de neoliberalismo y neokeynesiamo financiero), lo harán hasta que se les agoten los recursos, prisioneros de la locura general del sistema. En sus cerebros no entra la realidad del violento cambio de época que ha convertido en obsoletos sus viejos instrumentos.

Peor aún, no se trata solo de una "crisis económica", otras "crisis" están a la vista y en cualquier momento podrían golpear con fuerza a un sistema global muy frágil, entre ellas debemos destacar a las crisis energética y alimentaria (que se hicieron presentes durante el año 2008). O a la degradación del complejo militar-industrial de los Estados Unidos involucrando al conjunto de aparatos militares de la OTAN empantanados en las guerras de Irak y Afganistán-Pakistán, sumergido en una catastrófica crisis de percepción: la sorprendente resistencia de esos pueblos periféricos desborda su capacidad de comprensión de la realidad, se repite a niveles mucho más elevados el "efecto Vietnam" o el desconcierto de Hitler ante la avalancha soviética.

También es necesario mencionar a las crisis urbana y ambiental que junto a la declinación de valores morales y culturales, de creencias sociales, van ahogando gradualmente a los paradigmas decisivos del mundo burgués, desordenando, deteriorando a los sistemas políticos, a las estructuras de innovación productiva, a los mecanismos de manipulación mediática.

En suma, nos encontramos ante la apariencia de una convergencia de numerosas "crisis", en realidad se trata de una única crisis gigantesca, con diversos rostros, de dimensión (planetaria) nunca antes vista en la historia, su aspecto es el de un gran crepúsculo que amenaza prolongarse durante un largo período.

1968-2007: la etapa preparatoria



La crisis actual ha tenido un largo período de gestación (aproximadamente entre 1968 y 2007), durante el cual se desarrolló una crisis crónica de sobreproducción que fue acumulando parasitismo y depredación del ecosistema. El proceso de esas cuatro décadas puede ser interpretado como una postergación del desastre gracias a la expansión financiera-militar (centrada en los Estados Unidos), la integración periférica de mano de obra industrial barata (China, etc.), la depredación acelerada de recursos naturales (en especial los energéticos no renovables) y el pillaje financiero de una amplio abanico de países subdesarrollados. También puede ser visto bajo la forma de una "fuga hacia adelante" del sistema impulsada por sus grandes motores parasitarios.

Ambas visiones deberían ser integradas utilizando el concepto de "capitalismo senil" (2), es decir de un fenómeno de envejecimiento avanzado del sistema que despliega todo su complejo instrumental anti-crisis acumulado en una larga historia bisecular pero que sin embargo no puede impedir el agravamiento de sus enfermedades, su decadencia.

La expansión del parasitismo y la declinación de la dinámica productiva global constituyen procesos estrechamente vinculados: desde mediados de los años 1970 las tasas de crecimiento del Producto Bruto Mundial se movieron de manera irregular en torno de una linea descendente mientras que la especulación financiera se expandía a un ritmo vertiginoso.

Si observamos el comportamiento de las tres economías centrales: los Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, constataremos que a lo largo de las tres últimas décadas la caída de sus tasas de crecimiento del capital neto (la tasa de acumulación) contrastó con el aumento de los beneficios empresarios, la clave del fenómeno está en la creciente orientación del conjunto de esas economías hacia la especulación financiera (3). La hipertrofia financiera fue a la vez causa y efecto de la decadencia productiva; la desaceleración de la llamada "economía real" generaba fondos ociosos que eran derivados hacia la especulación como vía de salida para rentabilizar el capital, en consecuencia dichas actividades se expandían absorbiendo capitales disponibles, dominando con su subcultura virtualista del beneficio inmediato a la totalidad del sistema, degenerándolo, haciéndole perder dinamismo. Un estudio riguroso del fenómeno demuestra que no existen dos esferas opuestas una financiera y otra productiva con comportamientos diferenciados, por el contrario nos encontramos ante un único espacio de negocios fuertemente interrelacionados, muchas veces con operadores económicos combinando ambas actividades. Desde el punto de vista macroeconómico no es posible describir sus trayectorias sin integrarlas en una dinámica capitalista común apuntando hacia la maximización de los beneficios.



Por su parte el Complejo Militar-Industrial norteamericano sufrió un golpe muy duro al ser derrotado en Vietnam a mediados de los años 1970, pero las necesidades estructurales del capitalismo le dieron nuevo impulso y realizó un enorme salto cuantitativo al comenzar la década de los 1980 con el mega programa militar del presidente Reagan. Luego pareció quedar bloqueado al ganar los Estados Unidos la Guerra Fría a comienzos de los 1990, ¿como legitimar aumentos de gastos cuando había desaparecido el enemigo?, sin embargo al concluir esa década el Imperio había podido fabricar un extraño "enemigo" que permitió una nueva expansión militarista.

Se trató del "terrorismo internacional", un contrincante difuso, altamente virtual, justificación de una prolongada aventura colonial en Eurasia, tratando de controlar la franja territorial que se extiende desde los Balcanes hasta Pakistán, atravesando Irak, Irán, los países del Asia Central, en cuyo corazón (alrededor del Golfo Pérsico y la Cuenca del Mar Caspio) se encuentra cerca del 70 % de los recursos petroleros del planeta.

La victoria en esa guerra le habría permitido al Imperio acorralar a Rusia y a China y asegurar la fidelidad de su gran aliado estratégico: la Unión Europea, consolidando así su hegemonía, imponiendo condiciones financieras y comerciales muy duras al resto del mundo ya que la economía imperial declinante necesitaba dosis crecientes de riquezas externas para sobrevivir.

Como en el pasado se conjugaron las necesidades "internas". propias de la reproducción de la economía norteamericana (donde los gatos militares cumplen un rol decisivo) con la necesaria reproducción de la explotación imperialista. En ese sentido no se trató de un fenómeno nuevo; en los años 1930 los gastos militares les permitieron a los Estados Unidos salir de la recesión y al mismo tiempo emerger como la gran superpotencia capitalista después de la Segunda Guerra Mundial, luego más de cuarenta años de Guerra Fría constituyeron una importante contribución al crecimiento de su Producto Bruto Interno superando diversas amenazas recesivas (hacia fines de los años 1940, a comienzos de los años 1980, etc.). Lo novedoso de la última militarización (a partir del final de la década de los 1990) estuvo dado por la extrema deformación parasitaria de la sociedad imperial lo que significó el desarrollo de una etapa radicalmente diferente de todas las anteriores.

Declinación del centro del mundo



Es necesario constatar que nos encontramos ante la declinación del centro del mundo: los Estados Unidos, y que esa decadencia no se corresponde con el ascenso de ningún otro centro imperialista mundial de remplazo, las otras grandes potencias (Unión Europea, Japón, Rusia, China) se encuentran todas embarcadas en el mismo buque global a la deriva.

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial el capitalismo se estructuró en torno de los Estados Unidos, espacio fundamental de todos los negocios (productivos, financieros, mediáticos, etc.), su degradación desde comienzos de los años 1970 y su descenso actual expresa un mal universal, el parasitismo estadounidense no ha sido otra cosa que su manifestación específica, central, acelerada por la crisis crónica global de sobreproducción (incluidos los seudo milagros como la expansión china, el renacimiento ruso o la integración europea).

El parásito norteamericano consumía por encima de su capacidad productiva porque las economías de Europa, China, Japón, etc., necesitaban venderle sus bienes y servicios, invertir sus excedentes financieros. Se trató de una interdependencia cada vez más profunda, se la llamó "globalización" y la propaganda neoliberal la describió como una suerte de etapa superior del capitalismo, superadora positiva del sistema vigente entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y la crisis de los años 1970.

Fue construida la imagen idílica de un capitalismo transnacional liberado de la tutela de los grandes estados nacionales y creciendo indefinidamente en torno de los círculos virtuosos interrelacionados de la revolución tecnológica, la expansión del consumo y de las finanzas globales, en realidad lo que se impuso fue un capitalismo global completamente hegemonizado por los negocios financieros y articulado en torno de un gran centro imperialista con claros síntomas de decadencia, acumulando deudas públicas y privadas, externas e internas, cada vez más dependiente de sus periferias desarrolladas y subdesarrolladas.



Sería un grueso error señalar al fenómeno parasitario como a un hecho específico, exclusivo de la sociedad norteamericana, deberíamos entenderlo como un proceso mundial. La financierización, la proliferación de redes mafiosas y negocios gangsteriles (como el tráfico de drogas, la prostitución, los saqueos de empresas públicas periféricas, etc.) atraviesa a todas las elites capitalistas de los países centrales y produjo una rápida reconversión-degradación de numerosas burguesías del llamado mundo subdesarrollado transformadas en auténticas lumpen-burguesías periféricas.

Podría decirse que el caso chino es la excepción pero no es así, China es una gran exportadora industrial pero acumula fabulosos excedentes financieros, cumple un rol muy importante en los negocios especulativos mundiales, sus elites dirigentes son altamente corruptas y en última instancia su industrialización es completamente funcional a la reproducción del capitalismo finanancierizado global, especialmente del desarrollo mas reciente de la economía norteamericana suministrandole mercancías baratas y acumulando a cambio dólares, bonos del tesoro y otros papeles. De ese modo la elite china participa activamente en la fiesta parasitaria global, forma parte del restringido club de los ricos del mundo (su base social de obreros y campesinos forma parte de la masa proletaria universal de pobres, oprimidos y explotados).

Por otra parte la realidad de la crisis desmiente las fantasías de los "desacoples" nacionales o regionales respecto del hundimiento de los Estados Unidos, muestra por el contrario la desesperación de las otras grandes potencias ante la declinación de su espacio central de negocios.

Lo que estamos presenciando no es el remplazo de la unipolaridad por alguna forma de multipolaridad eficaz, por un reparto completo del mundo entre potencias centrales, sino su desplazamiento paulatino por un proceso de despolarización donde se van abriendo múltiples espacios en los que los controles imperialistas (norteamericanos, europeos u otros) se están aflojando, es decir donde la articulación capitalista del mundo se debilita al ritmo de la crisis. Y los antecedentes históricos (sobre todo si pensamos en lo que ocurrió a partir de la Primera Guerra Mundial) señalan que si eso ocurre, si la jerarquia mundial del capitalismo (económica, política, cultural, militar) entra en crisis entonces irrumpen las condiciones objetivas y subjetivas para las rebeliones de las víctimas del sistema.

No se trata de un proceso ordenado, incluye tentativas de redespliegue imperialista, de reconversión estratégica de los mecanismos de dominación (como el actualmente en curso en los Estados Unidos bajo la presidencia de Barak Obama), de aprovechamientos por parte de otras grandes potencias que tratan de apropiarse de espacios donde el poder imperial norteamericano se ha debilitado, de autonomizaciones periféricas a veces exitosas y otras muy embrolladas y condenadas al fracaso. Cuando ciertos gurúes occidentales muestran su preocupación ante el posible desarrollo de lo que califican como despolarización caótica (4) están expresando un gran miedo universal, consciente o inconsciente, frente a la perspectiva de la reaparición del odiado fantasma anticapitalista, varias veces declarado muerto y exorcizado, pero siempre amenazante.

De las crisis de sobreproducción a la crisis general de subproducción (agotamiento de la civilización burguesa)



El desenlace de 2007-2008, inicio del largo crepúsculo del sistema, no constituyó ninguna sorpresa, estaba escrito en los avatares de la crisis-controlada de las últimas cuatro décadas. Más aún, es posible detectar caminos, procesos que a lo largo de cerca de dos siglos recorren toda la historia del capitalismo industrial desembocando ahora en su declinación general, gérmenes de parasitismo anunciadores de la futura decadencia presentes desde el nacimiento del sistema, durante su expansión juvenil y mucho más en su madurez.

La sucesión de las crisis de sobreproducción en el capitalismo occidental durante el siglo XIX no marcó un sencillo encadenamiento de caídas y recuperaciones a niveles cada vez más altos de desarrollo de fuerzas productivas, luego de cada depresión el sistema se recomponía pero acumulando en su recorrido masas crecientes de parasitismo.

El cáncer financiero irrumpió triunfal entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX y obtuvo el control absoluto del sistema siete u ocho décadas después, pero su desarrollo había comenzado mucho tiempo antes, financiando a estructuras industriales y comerciales cada vez más concentradas y a los estados imperialistas donde se expandían las burocracias civiles y militares. La hegemonía de la ideología del progreso y del discurso productivista sirvió para ocultar el fenómeno, instaló la idea de que el capitalismo a la inversa de las civilizaciones anteriores no acumulaba parasitismo sino fuerzas productivas que al expandirse creaban problemas de inadaptación superables al interior del sistema mundial, resueltos a través de procesos de "destrucción-creadora". El parasitismo capitalista a gran escala cuando se hacía evidente era considerado como una forma de "atraso" o una "degeneración" pasajera en la marcha ascendente de la modernidad.

Dicha marea ideológica atrapó también a buena parte del anticapitalismo (en última instancia "progresista") de los siglos XIX y XX, convencido de que la corriente imparable del desarrollo de las fuerzas productivas terminaría por enfrentar al bloqueo de las relaciones capitalistas de producción, saltando por encima de ellas, aplastándolas con una avalancha revolucionaria de obreros industriales de los países más "desarrollados" a los que seguirían los llamados "países atrasados". La ilusión del progreso indefinido (más o menos turbulento) ocultó la perspectiva de la decadencia, de esa manera dejó a medio camino al pensamiento crítico, le quitó radicalidad con consecuencias culturales negativas evidentes para los movimientos de emancipación de los oprimidos del centro y de la periferia.

Por su parte el militarismo moderno hunde sus raíces en el siglo XIX occidental, desde las guerras napoleónicas, llegando a la guerra franco-prusiana hasta irrumpir en la Primera Guerra Mundial como "Complejo Militar-Industrial". Fue percibido en un comienzo como un instrumento privilegiado de las estrategias imperialistas y más adelante como reactivador económico del capitalismo. Solo se veía un aspecto del problema pero se ignoraba o subestimaba su profunda naturaleza parasitaria, el hecho de que detrás del monstruo militar al servicio de la reproducción del sistema se ocultaba un monstruo mucho más poderoso a largo plazo, consumidor improductivo, multiplicador de desequilibrios, de irracionalidad en el sistema de poder.

Actualmente el Complejo Militar-Industrial norteamericano (en torno del cual se reproducen los de sus socios de la OTAN) gasta en términos reales más de un billón (un millón de millones) de dólares (5), contribuye de manera creciente al déficit fiscal y por consiguiente al endeudamiento del Imperio (y a la prosperidad de los negocios financieros beneficiarios de dicho déficit). Su eficacia militar es declinante pero su burocracia es cada vez mayor, la corrupción ha penetrado en todas sus actividades, ya no es el gran generador de empleos como en otras épocas, el desarrollo de la tecnología industrial-militar ha reducido significativamente esa función. La época del keynesiamismo militar como eficaz estrategia anti-crisis pertenece al pasado (6).

Presenciamos en los Estados Unidos la integración de negocios entre la esfera industrial-militar, las redes financieras, las grandes empresas energéticas, las camarillas mafiosas, las "empresas" de seguridad y otros actividades muy dinámicas conformando el espacio dominante del sistema de poder imperial.

Tampoco la crisis energética en torno de la llegada del "PeakOil" (la franja de máxima producción petrolera mundial a partir de la cual se desarrolla su declinación) debería ser restringida a la historia de las últimas décadas, es necesario entenderla como fase declinante del largo ciclo de la explotación moderna de los recursos naturales no renovables, desde el comienzo del capitalismo industrial que pudo realizar su despegue y posterior expansión gracias a esos insumos energéticos abundantes, baratos y fácilmente transportables desarrollando primero el ciclo del carbón bajo hegemonía inglesa en el siglo XIX y luego el del petróleo bajo hegemonía norteamericana en el siglo XX.

Ese ciclo energético bisecular condicionó todo el desarrollo tecnológico del sistema y expresó, fue la vanguardia de la dinámica depredadora del capitalismo extendida al conjunto de recursos naturales y del ecosistema en general.

Lo que durante casi dos siglos fue considerado como una de las grandes proezas de la civilización burguesa, su aventura industrial y tecnológica, aparece ahora como la madre de todos los desastres, como una expansión depredadora que pone en peligro la supervivencia de la especie humana que la había desatado.

En síntesis, el desarrollo de la civilización burguesa durante los dos últimos siglos (con raíces en un pasado occidental mucho más prolongado) ha terminado por engendrar un proceso irreversible de decadencia, la depredación ambiental y la expansión parasitaria, estrechamente interrelacionadas, están en la base del fenómeno.

La dinámica del desarrollo económico del capitalismo marcada por una sucesión de crisis de sobreproducción constituye el motor del proceso depredador-parasitario que conduce inevitablemente a una crisis prolongada de subproducción. Desde una mirada superficial se podría concluir que dicha crisis ha sido causada por factores exógenos al sistema: perturbaciones climáticas, escasez de recursos energéticos, etc., que bloquean o incluso hacen retroceder al desarrollo de las fuerzas productivas. Sin embargo una reflexión más rigurosa nos demuestra que la penuria energética y la degradación ambiental son el resultado de la dinámica depredadora del capitalismo obligado a crecer indefinidamente para no perecer, aunque precisamente dicho crecimiento termina por destruir al sistema.

Existe una interrelación dialéctica perversa entre la expansión de la masa global de ganancias, su velocidad creciente, la multiplicación de las estructuras burocráticas civiles y militares de control social, la concentración mundial de ingresos, el ascenso de la marea parasitaria y la depredación del ecosistema.

Las revoluciones tecnológicas del capitalismo han sido en apariencia sus tablas de salvación, y lo han sido durante mucho tiempo incrementando la productividad industrial y agraria, mejorando las comunicaciones y transportes, etc., pero en el largo plazo histórico, en el balance de varios siglos constituyen su trampa mortal: terminan por degradar el desarrollo que han impulsado al estar estructuralmente basadas en la depredación ambiental, al generar un crecimiento exponencial de masas humanas súper explotadas y marginadas.

La cultura técnica de la civilización burguesa se apoya en un doble combate: el del hombre contra la "naturaleza" (el contexto ambiental de su vida) convertida en objeto de explotación, realidad exterior y hostil a la que es necesario dominar, devorar, y en consecuencia del hombre (burgués) contra el hombre (explotado, dominado) convertido en objeto manipulable.

El progreso técnico integra así el proceso de auto destrucción general del capitalismo en la ruta hacia un horizonte de barbarie, esta idea va mucho más allá del concepto de bloqueo tecnológico o de "limite estructural del sistema tecnológico" tal como fue formulado por Bertrand Gille (7). No se trata de la incapacidad de sistema tecnológico de la civilización burguesa para seguir desarrollando fuerzas productivas sino de su alta capacidad en tanto instrumento de destrucción neta de fuerzas productivas.

En síntesis, la historia de las crisis de sobreproducción concluye con una crisis general de subproducción, como un proceso de destrucción, de decadencia sistémica en el largo plazo. Esto significa que la superación necesaria del capitalismo no aparece como el paso indispensable para proseguir "la marcha del progreso" sino en primer lugar como tentativa de supervivencia humana y de su contexto ambiental.

El proceso de decadencia en curso debe ser visto como la fase descendente de un largo ciclo histórico iniciado hacia fines del siglo XVIII (8) que contó con dos grandes articuladores hoy declinantes: el ciclo de la dominación imperialista anglo-norteamericano (etapa inglesa en el siglo XIX y norteamericana en el siglo XX) y el ciclo del estado burgués desde su etapa "liberal industrial" en el siglo XIX, pasando por su etapa intervencionista productiva (keynesiana clásica) en buena parte del siglo XX para llegar a su degradación "neoliberal" a partir de los años 1970-1980.

En fin, es necesario señalar que la convergencia de numerosas "crisis" mundiales puede indicar la existencia de una perturbación grave pero no necesariamente el despliegue de un proceso de decadencia general del sistema. La decadencia aparece como la última etapa de un largo súper ciclo histórico, su fase declinante, su envejecimiento irreversible (su senilidad), el agotamiento de sus diversas funciones. Extremando los reduccionismos tan practicados por las "ciencias sociales" podríamos hablar de "ciclos" energético, alimentario, militar, financiero, productivo, estatal, etc., y así describir en cada caso trayectorias que despegan en Occidente entre fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX con raíces anteriores e involucrando espacios geográficos crecientes hasta asumir finalmente una dimensión planetaria y luego declinar cada uno de ellos. La coincidencia histórica de todas esas declinaciones y la fácil detección de densas interrelaciones entre todos esos "ciclos" nos sugieren la existencia de un único súper ciclo que los incluye a todos. Dicho de otra manera, la hipótesis es que se trata del ciclo de la civilización burguesa que se expresa a través de una multiplicidad de "aspectos" (productivo, moral, político, militar, ambiental, etc.).

Nostalgias, herencias y esperanzas



En la izquierda pululan los nostálgicos del siglo XX que es presentado como un período de grandes revoluciones socialistas y antiimperialistas, desde la revolución rusa hasta la victoria vietnamita pasando por la revolución china, las victorias anticolonialistas en Asia y África, etc. Frente a esa sucesión de olas revolucionarias lo que llegó después, en las últimas décadas del siglo XX, aparece como una desgracia.

Aunque también es posible mirar a ese "periodo maravilloso" como a una sucesión de desilusiones, de tentativas liberadoras fracasadas. Además las esperanzas (acunadas desde mediados del siglo XIX) en victorias proletarias en el corazón del mundo burgués, en la Europa más desarrollada e incluso en la neo-Europa norteamericana: los Estados Unidos, nunca se concretaron, el peso cultural del capitalismo generando barbaries fascistas o "civilizadas" integraciones keynesianas disipó toda posibilidad de superación poscapitalista. La ultima gran crisis del sistema desatada a comienzos de los años 1970 no produjo un corrimiento hacia la izquierda del mundo sino todo lo contrario.

Todo ello contribuyó a confirmar la creencia simplista, demoledora, de que el capital "siempre encuentra alguna salida" (tecnológica, política, militar, etc.) a sus crisis, se trata de un prejuicio con raíces muy profundas forjado durante mucho tiempo.

Destruir ese mito constituye una tarea decisiva en el proceso de superación de la decadencia, si ese objetivo no es logrado la trampa burguesa nos impedirá salir de un mundo que se va hundiendo en la barbarie, así ocurrió a lo largo de la historia con otras civilizaciones decadentes que pudieron preservar su hegemonía cultural degradando, neutralizando una tras otra todas las posibles salidas superadoras.

Sin embargo el hecho de que el capitalismo haya ingresado en su período de declinación significa entre otras cosas la aparición de condiciones civilizacionales para la irrupción de elementos prácticos y teóricos que podrían servir como base para el despegue (destructivo-creador) del anticapitalismo en tanto fenómeno universal. Para ello es necesario (urgente) desplegar la crítica radical e integrarla con las resistencias y los movimientos insurgentes y a partir de allí con el abanico más amplio de masas populares golpeadas por el sistema.

La clave histórica de ese proceso necesario es la aparición de un movimiento anticapitalista plural, innovador (que podríamos denominar en una primera aproximación como humanismo revolucionario o comunismo radical) consagrado al desarrollo de sujetos populares revolucionarios, de rupturas, revoluciones, destrucciones de los sistemas de poder, de opresiones imperialistas, de estructuras de reproducción del capitalismo. Su despliege puede ser pensado como un doble fenómeno de innovación social y de recuperación de memorias, de proyectos de igualdad y libertad que atravesaron los dos últimos siglos siglos en los paises centrales y periféricos. Complejo proceso universal teórico-práctico de recuperación de raíces, identidades aplastadas por las modernizaciones capitalistas, de critica integral, intransigente contra las trampas ideológicas del sistema, sus diversos fetichismos (de la tecnología, de la auto-realización individualista, disociadora, del consumo desenfrenado, de la cosificación del ecosistema). Guerra global prolongada, conquista destructiva (revolucionaria) de los sistemas de poder es decir renacimiento de la idea de revolución, de ofensiva liberadora contra los opresores internos y externos, autopraxis emancipadora de los oprimidos, rechazo combatiente de todas las tentativas de estabilización del sistema.

La decadencia aparece bajo la forma de una inmensa totalidad burguesa ineludible, su superación solo es posible a partir del desarrollo de su negación absoluta, de la irrupción de una "totalidad negativa universal" (9) que en la condiciones concretas del siglo XXI debería presentarse como convergencia de los marginados, oprimidos y explotados del planeta. No como sujeto solitario o aislado sino como aglutinador, como espacio insurgente de encuentro de una amplio abanico de fuerzas sociales rebeldes, como víctima absoluta de todos los males de la civilización burguesa y en consecuencia como líder histórico de la regeneración humana (reinstalación-recomposición de la visión de Marx del "proletariado" como sujeto universal emancipador).

Aquí es necesario señalar una diferencia decisiva entre la situación actual y las condiciones culturales en las que se apoyó el ciclo de revoluciones que despegó con la Primera Guerra Mundial. El actual comienzo de crisis dispone de una herencia única que es posible resumir como la existencia de un gigantesco patrimonio democrático, igualitario, acumulado a lo largo del siglo XX a través de grandes tentativas emancipadoras revolucionarias, reformistas, atiimperialistas más o menos radicales, incluso con objetivos socialistas muchas de ellas. Centenares de millones de oprimidos y explotados, en todos los continentes, realizaron un aprendizaje excepcional, obtuvieron victorias, fracasaron, fueron engañados por usurpadores de todo tipo, recibieron el ejemplo de dirigentes heroicos, etc. Esta es otra manera de mirar al siglo XX: como una gigantesca escuela de lucha por la libertad donde lo mejor de la humanidad ha aprendido muchas cosas que han quedo grabadas en su memoria histórica no como recuerdo pesimista de un pasado irreversible sino como descubrimiento, como herramienta cultural cargada definitivamente en su mochila de combate. Hacia 1798, cuando las esperanzas generadas por la Revolución Francesa agonizaban Kant sostenía con tozudez que "un fenómeno como ese no se olvida jamás en la historia humana... es demasiado grande, demasiado ligado al interés de la humanidad , demasiado esparcido en virtud de su influencia sobre el mundo, por todas sus partes, para que los pueblos no lo recuerden en alguna ocasión propicia y no sean incitados por ese recuerdo a repetir el intento" (10). El siglo XX equivale a decenas de revoluciones libertarias como la francesa, y mucho más que eso si lo vemos desde el punto de vista cualitativo.

El patrimonio cultural democrático disponible ahora por la humanidad oprimida, almacenado en su memoria, al comenzar la crisis mas grande de la historia del capitalismo es mucho más vasta, rica, densa que la existente al comenzar la anterior crisis prolongada del sistema (1914-1945). El poscapitalismo no solo constituye una necesidad histórica (determinada por la decadencia de la civilización burguesa) sino una posibilidad real, tiene una base cultural inmensa nunca antes disponible. La esperanza, el optimismo histórico aparecen, son visibles a traves de las ruinas, de las estructuras degradadas de un mundo injusto.

Cuatro aclaraciones son necesarias.

Primero , a comienzos del siglo XXI el sistema global ha ingresado en el período de crecimiento cero, negativo o muy débil, ello no se debe a la rebelión popular contra el crecimiento alienante y destructor del medio ambiente sino a la decadencia de la civilización burguesa. En los años 1970 Joseph Gabel expresaba sus temores ante las consecuencias del agotamiento de los recursos naturales (era la época de los shocks petroleros y de la teoría de "los límites del crecimiento") y en consecuencia de la instalación de sociedades de penuria, de supervivencia, fundadas en la distribución autoritaria, hiper-elitista de los escasos bienes disponibles. Gabel señalaba que las utopías igualitarias se basan en la abundancia de bienes, en el fin de la miseria, etc., opuestas a las experiencias de las sociedades de supervivencia basadas en la distribución jerárquica del poder y los bienes (11).

Podríamos imaginar un escenario siniestro donde luego del desmoronamiento de la cultura del consumismo ante la evidencia del fin del crecimiento (por lo menos a mediano plazo) el sistema genere una suerte de reconversión ideológica apoyada en la idea de austeridad autoritaria, en la instalación de un conformismo profundamente conservador y ultra elitista apuntalado por un bombardeo mediático gigantesco e ininterrumpido y por sistemas represivos eficaces, en suma, algo así como un neofascismo estabilizador. Para realizar exitosamente esa reconversión cultural el capitalismo necesitaría disponer de una capacidad de control social universal, de asimilación de sus contradicciones y de un tiempo de desarrollo que actualmente no son visibles, todo parece indicar que su dinámica cultural, el inmenso peso de sus intereses inmediatos, las debilidades de sus sistemas de control social (incluída el arma mediática), su fragmentación, hacen muy poco probable semejante futuro. Por el contrario la reciente experiencia de los halcones norteamericanos, la esencia parasitaria de las elites dominantes mundiales sugiere escenarios turbulentos de redespliegues militaristas-imperialistas, de rebeliones sociales, etc.

Queda pendiente el tema del decrecimiento de los recursos naturales disponibles y en consecuencia de las técnica productivas y del tipo de bienes producidos. Una metamorfosis social compleja es posible sobre la base de la decadencia del sistema reinstalando utopías igualitarias basadas a su vez en la abundancia (punto de partida para la superación del mercado, para la extensión de la gratuidad, etc.). Obviamente abundancia de "otro tipo", fraternal, creativa y no consumista-pasiva, reconciliada con la comunidad y la naturaleza. De esa manera la farsa capitalista de la "abundancia general" (objetivo inalcanzable, contradictorio con la reproducción del sistema) o la pesadilla de la sociedad de supervivencia (autoritaria, represiva, elitista) se contrapone a la utopía de la sociedad igualitaria de abundancia (otros bienes, otras técnicas, otras formas de relación entre los seres humanos y de estos con su contexto ambiental).

Segundo , ese protagonismo radical de los oprimidos no tiene porque nacer durante el primer día de la crisis, es necesario un inmenso proceso de gestación atravesado por rebeliones populares y reacciones conservadoras, con avances y retrocesos, una larga marcha durante un período muy denso, turbulento (cuya duración real es impredecible) del que estamos dando los primeros pasos. Tiempo de recuperación de memorias, de aprendizajes nuevos, de construcción compleja de una nueva conciencia.

Tercero , la existencia del patrimonio democrático global antes mencionado podría ser la base histórica de la superación de las frustraciones socialistas del siglo XX donde la reproducción de la hegemonía cultural del capitalismo enlazada con muy viejas tradiciones de sometimiento bloqueaban los procesos de autoemancipación. Los reducían a movimientos de masas dirigidos por elites radicales, por dirigentes inevitablemente autoritarios, cuyas victorias derivaban en nuevos mecanismos de opresión. El despliegue de la historia salta por encima de la disputa sin solución entre comunistas estatistas y libertarios, los primeros desarrollando la posibilidad concreta de la revolución pero postergando para un futuro nebuloso la democracia de base (en consecuencia produciendo al mismo tiempo el hecho revolucionario y las condiciones de su fracaso) y los segundos ignorando la existencia de una densa trama cultural negativa penetrando hasta el fondo de la conciencia popular y entonces la necesidad de complejas transiciones, desmantelamientos de estructuras y estilos de vida, combinanciones pragmáticas, plurales entre lo viejo y lo nuevo.

Cuarto , la periferia del capitalismo, el espacio de los pueblos pobres y marginados del planeta aparece como el lugar privilegiado para la irrupción de esas fuerzas liberadoras, así lo va demostrando la realidad, desde la resistencias al Imperio en Irak y Afganistan hasta la ola popular democratizadora en América Latina que ya incluye algunos espacios más avanzados donde se postula la superación socialista del capitalismo. Aunque no deberíamos subestimar sus probables futuras prolongaciones, interacciones con fenómenos de igual signo en los países centrales corazón visible de la crisis, allí la concentración de ingresos, la desocupación, el empobrecimiento a gran escala se extiende al ritmo de la decadencia del sistema. Cuyas elites aceleran su degeneración parasitaria lo que plantea el peligro de renovadas aventuras neofascistas e imperialistas pero también la esperanza en la rebeldía de sus retaguardias populares internas.

La barbarie ya está en marcha, pero también lo está la insurgencia de los oprimidos.



- Este texto se basa en las ponencias presentadas en los seminarios ?Margen Esquerda-Istvan Meszaros?- USP-Editorial Boitempo, Sao Paulo,18-21 de agosto de 2009 y ?Crisi globale, lavoro, democrazia?, Fondazione Guido Piccini - Facultà di Economia dell Università degli Studi di Brescia - Brescia, 27-28 novembre 2009

Notas



(1), ?Fed says worst of recession over?, BBC News, 12 August 2009

(2), El concepto de capitalismo senil tal como es utilizado en este texto aparece en los años 1970 en un trabajo de Roger Dangeville (Roger Dangeville, ?Marx-Engels. La crise?, editions 10/18, Paris 1978) y retomado por varios autores en la década actual: Jorge Beinstein, ?Capitalismo Senil?, Ediciones Record, Rio de Janeiro, 2001; Samir Amin , ?Au delà du capitalisme senile?, Actuel Marx -PUF, Paris 2002.

(3), MIchel Husson, "Crise de la finance ou crise du capitalisme", http://hussonet.free.fr/denkntzf.pdf

(4), Richard N. Haass, ?The Age of Nonpolarity. What Will Follow U.S. Dominance?, Foreign Affairs , May/June 2008.

(5), Esta cifra se obtiene sumando al gasto del Departamento de Defensa los gatos militares de otras áreas de la administración Publica.
Chalmers Johnson, ?Going bankrupt: The US's greatest threat ?, Asia Times, 24 Jan 2008.

(6), Scott B. MacDonald, ?End of the guns and butter economy?, Asia Times, October 31, 2007.

(7), Bertrand Gille, ?Histoire des techniques?, La Pléiade, Paris, 1978.

(8), Una visión mucho más extendida lo integraría en el mega ciclo de la civilización occidental despegando a comienzos del segundo milenio con las cruzadas y los primeros gérmenes comerciales de capitalismo en Europa, atravesando la conquista de América, hasta llegar a la revolución industrial inglesa, las guerras napoleónicas y la expansión planetaria de la modernidad (imperialista, de raíz occidental, es necesario subrayarlo).

(9), Franz Jakubowsky, ?Les superestructures idéologiques dans la conception matérialiste de l'histoire?, Etudes et Documentetion Internationales (EDI), París, 1976.

(10), Emmanuel Kant, ?Filosofia de la historia?, Fondo de Cultura Económica, México, 1992.

(11), Joseph Gabel, ?Idéologies II?, éditions anthropos, París, 1978.

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