lunes, 16 de abril de 2012

Mensaje de Concilio Rector de las Pléydes

De la página de SAIKUMA en facebook


Solo puedo decir que yo lo hubiera escrito... si poseyera semejantes conocimientos!


Es una fusion de espiritualidad, cambios planetarios, humanidad, sociedad,  política y desarrollo personal!


Una síntesis EXTRAORDINARIA y muy de los tiempos que corren!


Solo los PLEYADIANOS (disculpen las otras civilizaciones) pueden sintetizar estos conceptos!


Las/los invito fervientemente a leerlo y procesarlo internamente, con la seguridad que este mensaje les aportará MUCHA LUZ, PAZ y AMOR!!


Agradezco a "mis maestros" este mensaje!!


Paz. luz y amor

In laa ke´ch!

mandrake


Concilio Rector De Las Pléyades

(Noviembre 2011)

Desde la estrella de Alción, proyectamos nuestra energía de elevación y transformación consciente a todos los seres del planeta Tierra.

Nosotros, como colectivo y partícipes de vuestra evolución cósmica-espiritual, tenemos un vínculo emocional y evolutivo muy estrecho con la raza humana. Somos vuestros hermanos genético-evolutivos que desde hace milenios hemos contribuido a monitorizar, guiar y educar al colectivo humano. La humanidad en la actualidad es un colectivo en fase de transición que, por sus características y singularidad, marcará una impronta de activación y amplificación de vuestra conciencia espiritual. Todos vosotros portáis una serie de cargas evolutivas que tenéis que afrontar con dignidad y valentía, para transmutarlas y activar los vórtices de consciencia estelar que hay impresos en vuestras esferas mentales.

Vuestra Entidad Lumínica está en vías de mutación, y esto implicará afrontar unos desafíos personales y colectivos que están relacionados con la refinación de las frecuencias emocionales, psíquicas y energéticas de vuestros cuerpos inferiores. La presión energética que está impactando vuestro sistema solar y planeta se irá incrementando durante el próximo año, generando catarsis existenciales profundas en función de las cargas de energías aberrantes que tengáis. Lo más importante es que comprendáis que los eventos que se producirán a nivel planetario y social no son negativos, sino parte del programa de transformación y depuración espiritual. Tenéis un concepto muy arraigado y disfuncional de las anomalías que se producen en vuestra vida, cuando en realidad son elementos de aprendizaje y transformación necesarios para desarrollaros espiritual, psíquica y emocionalmente.

La perspectiva de la realidad está en proporción directa al nivel en que vibran vuestros pensamientos y procesáis las emociones. Recordad que el mundo que observáis y vivenciáis es una proyección de vuestras convicciones, que establecen dinámicas existenciales específicas que modelan vuestras emociones. La emoción es una energía dinamizada que es activada por vuestros pensamientos, que a su vez son generados por vuestras convicciones. La dinámica existencial es una secuencia fundamentada en códigos emocionales que surgen de las convicciones que habéis integrado por influencia externa y elección personal. Cuando no ejercéis vuestro poder de elección, el subconsciente colectivo va inyectando los arquetipos predominantes en él generados por la humanidad, que vibra en frecuencias energéticas y emocionales morbosas. Sois susceptibles de manipulación y vulnerables a los impactos psíquicos y emocionales del subconsciente colectivo. Por consiguiente, es un imperativo que comprendáis la gran responsabilidad y oportunidad de gestionar armónica y creativamente vuestro poder de elección. Las decisiones que toméis deben fundamentarse en la introspección y comprensión de los efectos que se derivarán de ellas. De lo contrario, os exponéis a ser sus víctimas. Vuestra vida es la síntesis de las decisiones que tomáis en el transcurso de ella, y esto implica un grado elevado de consciencia y sensibilidad espiritual.

Las circunstancias desestabilizadoras y agresivas que imperan actualmente en el escenario social son el resultado de un cúmulo de decisiones y acciones inconscientes que os están afectando. Sin embargo, no debéis interpretarlo como algo nefasto, sino como el efecto positivo y constructivo que os permitirá refinar vuestra perspectiva de la vida y sensibilidad espiritual. Cada vez estáis siendo más conscientes de la necesidad de buscar la convergencia armónica y fraternal entre vosotros, en lugar de actuar desde el aislamiento y la indiferencia. Si vosotros no actuáis conscientemente y con unos paradigmas de evolución espiritual, el Sistema Regresivo desplegará su poder y control para anularos y transformaros en máquinas insensibles.

La remodelación evolutiva es el mecanismo que os estamos transmitiendo a través de las diversas fuentes de transmisión interdimensional, como una alternativa constructiva y creativa que os permitirá superar la influencia perniciosa de las fuerzas de las oscuridad que os está oprimiendo y explotando brutalmente. Sin embargo, es necesario que comprendáis que vosotros sois responsables de la situación social actual, porque habéis sido cómplices al replegaros en la dinámica egocéntrica del bienestar personal. El bienestar personal es un concepto arcaico, propio de personas inmaduras que no son conscientes del vínculo de unión que tienen con el medio ambiente y con los demás. Los egocentrismos han sido el móvil letal que, en el transcurso de la evolución humana, ha generado todos los conflictos y sufrimiento el planeta.

Remodelarse implica comprender que hay que modificar los paradigmas que generan convicciones y perspectivas existenciales que no generan un sentimiento cohesivo con los demás. El conformismo, la comodidad y el inmovilismo son virus patógenos que vosotros habéis incubado y nutrido durante mucho tiempo, y los efectos son el malestar psíquico-emocional y convulsión social que estáis experimentando. El temor es otro factor relevante que está incidiendo en la obstrucción de la remodelación evolutiva, porque os inhibe y paraliza. El temor es una sensación que genera pensamientos de eventos inexistentes que se pudieran producir en el futuro, y un mecanismo de evasión del ego para no afrontar la realidad del momento presente. Si realmente deseáis invocar y convocar las fuerzas indestructibles de la paz y del amor, es un imperativo que comencéis a focalizar vuestros pensamientos en el presente. Esto implica aplicar las leyes creativas y armónicas de la vida, que se fundamentan en la buena voluntad, la colaboración fraternal y solidaria con lo que se requiere y es necesario hacer, la integridad moral y ética que repulsa ideologías y mecanismos políticos y sociales que son una agresión a la libertad y expresión espiritual del ser humano, y la sinceridad y magnanimidad para hacer siempre lo correcto en lugar de lo conveniente.

Han finalizado los tiempos de la adaptación y del conformismo social-evolutivo. Las circunstancias externas no deben ser motivo de pánico, sino un dispositivo para establecer los parámetros de la realidad que beneficien a todos y generen una estructura de comunicación y colaboración, fundamentada en el respeto y el bienestar integral de las personas. Vuestra es la responsabilidad de comenzar a remodelar la infraestructura ideológica y conceptual disfuncional para que se transforme en un modelo evolutivo y social constructivo y creativo, sin exclusión de ningún individuo.

Remodelarse evolutivamente es un proceso que implica la necesidad consciente de modificar las facetas disfuncionales psíquicas, emocionales y existenciales que distorsionan la percepción de la realidad. La realidad que percibís y experimentáis es la consecuencia de lo que creéis, sentís y pensáis cada día. Muchos no son conscientes de la adicción a los pensamientos y convicciones obsesivas que reiteradamente nutrís por inercia e inconsciencia. Reaccionáis compulsivamente ante dinámicas externas cuya finalidad es comunicaros que debéis estar presentes, alerta y conscientes de lo que estáis pensando y sintiendo respecto a ellas. Sois un producto de lo que sentís, pensáis y creéis, y esto se transmite a todas vuestras interacciones con el escenario social.

Para transformarse hay que ser consciente de lo que eso implica y tener muy claro aquello en lo que deseamos transformarnos. Esto no significa volverse clones que actúan conforme a modelos de conducta, pensamiento y emoción estereotipados, sino cuestionar sus efectos y finalidad. Es necesario que comencéis a ejercer vuestro poder de elección y discernimiento para que os reafirméis como entes espirituales singulares e irrepetibles que tienen el poder de manifestar su singularidad a través de la belleza y el amor desinteresado. Sois un producto evolutivo muy hermoso y con el potencial para evocar y exhibir vuestras cualidades divinas y creativas, contribuyendo a generar un torrente de armonía, belleza y amor en la Tierra. Sois aquello que pensáis, y cuando el pensamiento se vincula al sentimiento armónico y creativo, los efectos son fascinantes, porque sentís que sois la luz del Creador que difunde amor y belleza en el universo.

No estáis en la Tierra para subsistir dignamente, lo cual es un ultraje a vuestra dignidad y sensibilidad espiritual. No sois víctimas de conspiraciones de la élite de la oscuridad, sino responsables del egocentrismo que habéis cultivado hasta el momento presente, sin pensar en sus consecuencias. Ahora, ¡Hijos de las Estrellas!, es el momento de levantaros e invocar vuestros derechos como seres de luz inmortal que tienen el poder de gestionar su vida para generar una espiral de luz que impregne la Tierra, seres humanos y criaturas en un halo de compasión, cohesión y amor. Sólo así podréis ser testigos de la ascensión de vuestra consciencia y vibrar en la tesitura de los hermanos mayores de las estrellas, que anhelan vuestra redención y transformación espiritual!

miércoles, 11 de abril de 2012

La inteligencia emocional por Ana Victoria AGUIRRE


LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Ana Victoria Aguirre (amiga de facebook)


Desde que Daniel Goleman publicase su libro Inteligencia Emocional ha habido un auténtico despertar de nuestra sociedad a un nuevo concepto de inteligencia diferente a la inteligencia tradicional, la que viene medida por el coeficiente de inteligencia o CI y que se refiere a la que utilizamos para resolver los problemas de índole puramente lógica y racional (la que sirve para sacar buenas notas en... los exámenes). A esta nueva inteligencia que tiene que ver con nuestra capacidad para identificar nuestras emociones y la de los demás, así como nuestra capacidad para saber manejar nuestras emociones le llamamos inteligencia emocional (CE) y ésta a diferencia del CI, si tiene mucho que ver con nuestra capacidad para alcanzar nuestras metas personales y triunfar en la vida, tanto en nuestras consecuciones materiales como en nuestra realización personal.



En diferentes estudios se ha podido demostrar que no hay una correlación entre el coeficiente de inteligencia (CI) y las consecuciones personales tanto en el campo profesional como el social o sentimental, dándose la paradoja que personas con un muy elevando CI, tienen un vida desafortunada tanto en lo profesional como en lo personal.



En las investigaciones sobre el funcionamiento del cerebro se ha podido comprobar que las personas que han tenido que ser intervenidas y se les ha extirpado zonas del cerebro que tienen que ver con nuestra capacidad de sentir las emociones, han podido conservar intacto sus capacidades cognitivas referidas al razonamiento, el habla, el análisis o la comprensión lógica, es decir su nivel de inteligencia tradicional (CI) pero han sido incapaces de tomar decisiones, relacionarse adecuadamente con los demás o trazar planes de futuro, en definitiva de tener capacidad para triunfar en la vida (Damasio, 1994).



En términos de evolución de nuestro cerebro, las zonas que tienen que ver con las emociones son mucho más antiguas que la parte pensadora del cerebro -el neocórtex- pero han evolucionado a la par dándose el hecho que las emociones controlan más al pensamiento que éste a las emociones como se creía hasta que a principio de los años 90 Josep Ledux de la universidad de Nueva York, descubrió que los mensajes provenientes de los sentidos eran codificados por la memoria emocional de la amígdala del cerebelo antes de pasar al neocórtex.



Por tanto, un CI que no vaya acompañado de un buen nivel de CE, nos puede permitir sacar un sobresaliente en un examen, pero no nos permite triunfar en la vida. El CE tiene que ver con las relaciones interpersonales, la autoestima, la consciencia de uno, y la sensibilidad y adaptabilidad social. Nos permite elegir bien, con quién casarnos, que empleo aceptar y cómo mantener un equilibrio entre nuestras necesidades y las de los demás.



Mientras que el CI es de carácter fijo y no se puede cambiar, el CE si se puede cambiar, siempre podemos madurar emocionalmente y tener más capacidad para reconocer nuestras emociones y las ajenas.



Podemos resumir que:



Un CE bajo + CI bajo = Pocas posibilidades para alcanzar objetivos satisfactorios en la vida.

Un CE bajo + CI alto = Capacidad para los estudios pero dificultad para todo tipo de relaciones personales además de incapacidad para disfrutar emocionalmente de la vida.

Un CE alto + CI bajo = A pesar de tener pocas capacidades intelectuales el individuo puede compensarlas con sus habilidades emocionales para la consecución de sus objetivos vitales.

Un CE alto + CI alto = Grandes posibilidades de consecuciones profesionales y personales en la vida.

2. ¿Cuál es mi CE?

Para tener una primera idea de tu nivel de inteligencia emocional puedes realizar el test de inteligencia emocional. Es un test elemental que te puede dar una primera orientación de tu capacidad de manejo emocional.



3. Desarrollo de la CE

El origen de la falta de desarrollo de la CE está en el miedo a sentir y éste suele ser el resultado de los múltiples condicionamientos educativos recibidos. Se nos condiciona para que nos avergoncemos de nuestros sentimientos. Escondemos la ira, el miedo, el desánimo o la aflicción. Se no enseña a "dominar" y "controlar" nuestras emociones, y se nos refuerza o castiga para modelar los comportamientos y las emociones, resaltando los buenos y negando los malos.



La educación de los padres es decisiva y la sensibilidad que tengan éstos para captar y reconocer las necesidades emocionales de su hijo y atender sus demandas hará que éste pueda por una parte reconocer sus emociones y por otra aceptarlas, sin reprimirlas ni negarlas. Veamos un ejemplo.



Ante el miedo de su hijo, un padre puede trasmitir:



Preocupación o sobreprotección con lo que el niño confirmará el peligro y aprenderá a evitar al padre que le hace sentir más el miedo. Se sentirá desprotegido y asustado y luchará por escapar, esconder o disimular sus miedos.



Le ridiculiza haciéndole entender que es un bobo por tener miedo, con lo que el niño se siente humillado y empezará a hacerse el fuerte rechazando cualquier sentimiento que suponga debilidad como el miedo.



Le da protección y seguridad, donde el padre reconoce y acepta el miedo de su hijo como algo natural y a partir de ahí le trasmite tranquilidad y apoyo.



La educación recibida nos condiciona la tolerancia o aceptación de nuestras emociones, siendo habitual que dependiendo del estilo de vida de cada familia, haya unas emociones más aceptadas y otras más reprimidas, así como el estilo emocional puede ser más o menos extrovertido.



Los prejuicios habituales sociales contra la expresión emocional suelen ser del tipo: "ser emocional es igual a ser una persona débil, inmadura o enferma", "las emociones son peligrosas y si te dejas llevar por ellas, puedes arruinar tu vida", "una persona responsable tiene que ser racional y controlar sus sentimientos".



Las emociones evitadas por largo tiempo quedan "cronificadas" y dan lugar a una serie de problemas:



Los sentimientos no sentidos nos ponen enfermos generando somatizaciones y debilitando el sistema inmunológico: dolores de estómago, migrañas, dolores de espalda, asma, insomnio, etc.



Los sentimientos no sentidos se vuelven compulsivos: fumar, beber, drogas, adicción al trabajo, a la comida, etc.



Los sentimientos no sentidos no llevan a evitar situaciones o relaciones empobreciendo las aspiraciones de vida.



Los sentimientos no sentidos acaban distorsionando la manera de pensar.



Los sentimientos no sentidos dificultan de manera importante la capacidad de relación con los demás.



El desarrollo de la CE consiste en recuperar la capacidad de sentir nuestras emociones y esto lo vamos a hacer en tres pasos consecutivos:



3.1. Identifica las emociones.

El primer paso para identificar nuestras emociones olvidadas es acudir al cuerpo y tomar consciencia de cómo se sienten y se manifiestan en él.



Para empezar responde a las siguientes preguntas:



1. ¿En qué parte del cuerpo sientes la rabia?

2. ¿En qué parte del cuerpo sientes el miedo?

3. ¿En qué parte del cuerpo sientes la pena?

4. ¿En qué parte del cuerpo sientes la alegría?

5. ¿En qué parte del cuerpo sientes el amor?

6. ¿En qué parte del cuerpo sientes el rencor?

7. ¿En qué parte del cuerpo sientes el estrés?

Es muy probable que no hayas podido responder a estas preguntas ya que no conoces claramente en qué puntos de tu cuerpo experimentas a cada emoción. Por eso vamos a realizar una serie de prácticas y ejercicios para conocer e identificar como se manifiestan nuestras emociones en el cuerpo.



EJERCICIO PARA IDENTIFICAR LAS EMOCIONES

Objetivo: Ser capaz de concentrarte en un sentimiento intenso durante 10-12 minutos sin asustarte. Este sentimiento lo has de percibir palpablemente en tu cuerpo.

Fase Preliminar:

Busca un lugar donde estés seguro que nadie te va a molestar.



Quítate los zapatos y aflójate la ropa.



Siéntate en una silla cómoda con la espalada apoyada, o túmbate si estás seguro que no te dormirás.



Activa un cronómetro con el tiempo del ejercicio prefijado para no tener que estar mirando el reloj.



Puedes poner música para acompañar el ejercicio ya que ésta puede ayudar a activar y evocar emociones.



No hagas el ejercicio antes de dormir, ya que es fundamental que pases de la concentración interior a la exterior propia de las actividades diurnas.



1ª fase: Relájate.

Empieza tensando, apretando, y luego aflojando cada parte del cuerpo, desde la cabeza a los dedos de los pies y desde éstos a la cabeza. Aprieta contando de 5 a 7 antes de aflojar. Puedes ver la explicación más detallada del ejercicio de tensión-relajación en los métodos y técnicas de relajación.



Vacía tu mente de pensamientos y distracciones. Para ello práctica respiraciones lentas y profundas. Puedes ayudarte de alguno de los ejercicios de respiración descritos en métodos y técnicas de relajación. A medida que la respiración se vaya haciendo más profunda experimentarás un aumento en la intensidad de los sentimientos que puedes frenar acortando la respiración, o quedándote dormido o preocupándote con pensamientos críticos o de otro tipo. Estate atento para que esto no ocurra.



2ª fase: Concéntrate en los sentimientos: Explora lentamente tu cuerpo para descubrir la parte de tu cuerpo donde experimentas el sentimiento más intenso. Concéntrate en esa zona y dirige la atención hacia su centro. Te puedes ayudar imaginarte que la zona es como un globo que se infla a cada respiración, o como una piscina en la que vas a bucear cada vez más profundo. Lo más importante es poder percibir con claridad las sensaciones físicas y los sentimientos asociados de miedo, rabia, pena o cualquier otra emoción incluida la de "no sentir nada" con la sensación que esto te crea. Te puedes ayudar repitiéndote "me permito sentir" sin forzar el proceso. Puedes empezar con un sentimiento y observar como éste se va transformando en otro o va desapareciendo a la vez que las sensaciones físicas se van trasladando a otro lugar del cuerpo. Es posible que tengas una gran variedad de sentimientos o emociones pero quédate sólo con el más intenso. Quédate 20 o 30 minutos, o todo el tiempo que puedas con la sensación más intensa. Si tienes dificultad en evocar sentimientos y sensaciones puedes suscitarlos evocando imaginariamente alguna situación que te haya afectad emocionalmente. Imagínala claramente en tu mente esta situación (puedes ver técnicas de visualización en los métodos y técnicas de relajación). Pero lleva tu atención a las SENSACIONES FÍSICAS que experimentas, ¡NO TE QUEDES EN LA CABEZA!.

3ª fase: Regresa al mundo cotidiano: Aunque estés viviendo los sentimientos intensamente no superes el tiempo fijado para el ejercicio, reorienta la concentración al mundo externo, has entrado en los sentimientos no para quedarse con ellos. sino para poder salir de ellos. Cuando concluyas el ejercicio ponte de pie, abre los ojos y estírate, patea con los pies el suelo, camina y si es menester échate agua en la cara para despejarte. Aunque dirijas tu atención al mundo exterior, conservarás parte de la consciencia de los sentimientos que acabas de evocar. Deja que las sensaciones permanezcan en tu cuerpo.

Indicaciones:

Tiempo al día: Fase 1 (respiración/ relajación): 5-10 minutos Fase 2 (concéntrate en tus sentimientos): 20-30 minutos En suma, 25 minutos mínimo (si haces 5 minutos de fase 1 y 20 minutos de fase 2), a 40 minutos (si haces 10 minutos de fase 1 y 30 minutos de fase 2). Si quieres puedes dedicarle más tiempo.

Duración: 28 días consecutivos, será un periodo promedio adecuado para alcanzar una tolerancia de un sentimiento intenso durante 10-12 minutos. No obstante, hay quien en dos semanas lo puede conseguir pero hay que ser paciente y constante hasta que te puedas sentir cómodo en este proceso. En muchos casos esto ocurre en una práctica continuada de dos a tres meses.

Lleva un diario: Si lo deseas puedes anotar tus experiencias en un diario donde anotes datos como las sensaciones físicas y sentimientos suscitados, el tiempo del ejercicio y el tiempo que has podido mantener la sensación física y el sentimiento asociado.

Haz ejercicio físico: Con éste mejorarás la conciencia corporal, y podrás "escuchar" mejor a tu cuerpo. NO ESPERES SENTIR LA EMOCIÓN PLENAMENTE EN UN CUERPO ENFERMO AL IGUAL QUE NO PUEDES ESPERAR INTERPRETAR A CHOPIN EN UN PIANO DESAFINADO.

Además de este ejercicio y para mantenerte bien concienciado en tu nueva práctica de identificar tus emociones y sensaciones físicas te proponemos que hagas esta otra práctica con carácter continuo:



EJERCICIO DEL POLICÍA DE LOS PENSAMIENTOS

Observa tus pensamientos y cuando descubras los habituales reproches o autocríticas: "¡cómo he podido ser tan tonto!", "¡soy un inútil!", así como los ensayos imaginarios ante futuras situaciones conflictivas que surgen a consecuencia del miedo a vivenciar determinadas emociones, acostúmbrate a anotarlos con una marca en una libreta de bolsillo, o aún mejor, utiliza un contador como el que utilizan los golfistas para contabilizar sus golpes. Puedes utilizar esta autoobservación durante varios días hasta que te des cuenta de la cantidad de pensamientos negativos y actitudes preventivas o evitativas que utilizas, y a partir de esta toma de conciencia damos el siguiente paso: Cada vez que identifique una autocrítica o actitud preventiva o evitativa me diré "¿qué emoción es la que estoy experimentando en este preciso instante?, ¿de qué emoción estoy tratando de escaparme? ¿dónde siento en este instante y en mi cuerpo esta emoción?Puede descubrir, la rabia, la vergüenza, la culpabilidad o cualquier otra emoción negativa, así como la intensidad de ésta, a veces desproporcionada con referencia a lo que le acontece. Y en el fondo de tus emociones es posible que descubras miedo, lo cual es muy importante para tu autoconocimiento y el desarrollo de la inteligencia emocional.

Cuando hayas trabajado bien en esta concienciación de tus emociones podrás experimentar los siguientes avances:



En las situaciones conflictivas de mi vida en las que antes acostumbraba a pensar y pensar, ahora no le doy tantas vueltas a la cabeza, y si me permito sentir mis emociones y mis sensaciones sin evitarlas.



Puedo focalizar mi consciencia en los sentimientos y en mi cuerpo con más nitidez. Distingo con más claridad la cualidad de mis emociones y las características de las sensaciones corporales en cuanto a localización, intensidad, superficialidad/profundidad, calida/fría, abierta/cerrada, etc.



Mantengo mi consciencia en los sentimientos de manera cada vez más continua, me doy cuenta del discurso de los pensamientos, y vuelvo una y otra vez a mis sentimientos.



Cuando puedas identificar estos avances es el momento de pasar a la siguiente fase (como hemos dicho anteriormente el tiempo transcurrido es variable, en algunos casos con un mes será suficiente, incluso en pocas semanas, pero en otros harán falta meses).



3.2. Aprende a aceptar tus emociones.

La aceptación de las emociones personales es algo tan importante como la aceptación de uno mismo, ya que no se puede uno aceptar y a la vez rechazar las emociones que experimenta.



Aceptar las emociones no supone adoptar un estilo vital resignado, dispuesto a asumir lo doloroso o desagradable de nuestros sentimientos, por el contrario, supone un acto de cierta valentía para ponerse en contacto con todo aquello que está a la sombra de la consciencia y recuperarlo. Por ello, el proceso de aceptación emocional supone de hecho una revitalización, un aumento de la energía vital que se experimenta tanto en la personalidad como en el cuerpo. Como el rechazo a las emociones negadas es inconsciente y construido en etapas tempranas de la vida, la aceptación de esas emociones supone un reencuentro con el lado perdido de uno, una ampliación del ser y una ampliación de la consciencia.



Pero el proceso es difícil ya que hay que vencer las muchas resistencias emocionales generadas durante años bajo un sentimiento fortalecido por el tiempo de miedo a lo rechazado o negado, sea el miedo, la rabia, la culpabilidad, la tristeza o la vergüenza.



Ejemplos de no aceptación emocional son:



si te puedes sentir triste pero raramente te enfureces, o al revés, si te irritas con facilidad pero nunca te entristeces.



si te puedes mostrar con facilidad enérgico y agresivo, pero difícilmente sacas los sentimientos de cariño o ternura (o viceversa).



si te sobreviene con frecuencia la vergüenza o el pudor, es posible que otras emociones que te resultan inaceptables se oculten tras ellas, normalmente la ansiedad o la tristeza.



En cuanto a aquellos comportamientos que supone una actitud de no aceptación o evitación emocional pueden ser:



el consumo de drogas, legales o ilegales, blandas o duras.



el exceso de consumo de televisión, radio, cine, música o cualquier otra actividad que suponga tener la mente distraída.



y cualquier conducta hiperactiva o repetitiva, desde el morderse las uñas, hasta la incapacidad para estarse quieto.



Veamos un ejercicio para comprobar el grado de aceptación emocional que tienes:



OBSERVACIÓN DE LAS FANTASÍAS PERSONALES

Observa durante varios días tus fantasías y escríbelas:

¿Qué historias construyes en tu mente acerca de ti o de las personas de tu alrededor, padres, pareja, hijos o hermanos?



¿Y con respecto a amigos, compañeros o desconocidos?



¿Y con respecto a tu futuro y tus logros personales, profesionales, sentimentales o económicos?



¿Cuáles son los deseos que has albergado en tu interior desde hace años?



Escribir estas fantasías, ¿te hace sentir incómodo? ¿son inconfesables?



Y si tienes que exponérselas a los demás, ¿lo harías? ¿ni muerto te atreverías?



Ahora puedes tener un buen material para comprobar el grado de aceptación o rechazo de tus emociones.



Cuando se desarrolla el músculo emocional se llega a un importante descubrimiento QUE NUESTRAS EMOCIONES SON NUESTRAS y esto nos permite tener un control emocional antes inimaginable ya que en la situación más difícil en vez de rechazar nuestras emociones, ahora las aceptamos, y con ello experimentamos un sentido de unidad personal y de reafirmación en la identidad de nuestro ser, ha desaparecido el conflicto interno y podemos experimentar la vivencia de unidad interna.



En esta segunda fase de desarrollo de la inteligencia emocional en la que estamos desarrollando más nuestra capacidad de aceptación e integración emocional hemos de subir más la intensidad de nuestras emociones, el calor debe aumentar y con ello nuestra tolerancia y aceptación. Veamos el ejercicio de aceptación emocional:



EJERCICIO PARA ACEPTAR LAS EMOCIONES

Objetivo: Ser capaz de concentrarte en tus sentimientos sean del tipo que sean, positivos, indefinidos o negativos durante 12-20 minutos. Poder tolerar sentimientos intensos sin dejar de concienciarlos ni tomar actitudes evitativas o huidizas.

Fase Preliminar: La preparación es la misma que la descrita en el ejercicio de identificación de las emociones.

1ª fase: Relájate. Esta fase es idéntica a la descrita en el ejercicio de identificación de las emociones.

2ª fase: Identifica, siente, y amplia las percepciones emocionales. Ves suscitando la emoción mediante la respiración profunda, buscando el centro de tu sentimiento y aumentando su intensidad. Puedes hacerlo de manera gradual, desde los 10-12 minutos alcanzados en la fase anterior de identificación de emociones, sumando 2-3 minutos más cada día, o cada varios días, hasta alcanzar los 20 minutos. Como ya has venido trabajando deberás centrarte muy atentamente en las sensaciones emocionales y físicas que experimentas en este instante. Si es necesario evoca en tu mente recuerdos que te susciten emociones intensas que las puedas revivir con facilidad. Estos recuerdos deberás verlos en tu imaginación con todo lujo de detalles: colores, formas, sabores, olores, voces, etc. También puedes traer a tu mente proyecciones de situaciones venideras que te generan sentimientos negativos como ansiedad, temor o incertidumbre. Una vez que tengas el sentimiento, ya sea actual o evocado, bien percibido con su contrapartida física, te vas a hacer las siguientes preguntas:

¿eres un sentimiento nuevo?



si no, ¿desde cuándo existes?



¿en qué época te experimenté por primera vez?



¿a qué personas, situaciones o sucesos de mi vida estás ligado?



¿en qué ocasiones te vuelvo a experimentar?



¿qué emoción eres? ¿miedo? ¿rabia? ¿pena? ¿culpa?



Estas preguntas o todas aquellas que se te puedan ocurrir la haces rápidas, sin pararte a reflexionar sobre ellas o sobre las respuestas que te vengan a la cabeza. Si no aparece ninguna respuesta también está bien. No te detengas a discurrir intelectualmente sobre lo que te venga a la cabeza, y si mantén el contacto con las vivencias emocionales y las sensaciones físicas.

3ª fase: Regresa al mundo cotidiano: Esta fase es idéntica a la descrita en el ejercicio de identificación de las emociones.

Indicaciones:

Tiempo al día: Fase 1 (respiración/ relajación): 5-10 minutos.

Fase 2 (concéntrate en tus sentimientos): 20-30 minutos.

En suma, 25 minutos mínimo (si haces 5 minutos de fase 1 y 20 minutos de fase 2), a 40 minutos (si haces 10 minutos de fase 1 y 30 minutos de fase 2). Puedes ampliar el ejercicio hasta 1 hora como máximo.

Duración: 28 días consecutivos, será un periodo promedio adecuado para alcanzar una tolerancia de un sentimiento intenso durante 12-20 minutos.

Lleva un diario: Si lo deseas puedes anotar tus experiencias en un diario donde anotes datos como las sensaciones físicas y sentimientos suscitados, el tiempo del ejercicio y el tiempo que has podido mantener la sensación física y el sentimiento asociado. A estos datos le puedes añadir las preguntas realizadas, sus respuestas, los acontecimientos evocados y los sentimientos asociados.

La práctica asidua de este ejercicio te permite ir generando una actitud más abierta y tolerante de tus vivencias emocionales rompiendo los mecanismos antiguos de evitación o huida consciente o inconsciente de los eventos internos aversivos. Esto supone un nuevo "aire fresco" para tu vida con todo un cambio de percepción de ti y de tu entorno.



Cuando te sobrevengan emociones muy intensas puedes "drenarlas" realizando las siguiente práctica:



EJERCICIO PARA EL DRENAJE EMOCIONAL

Cuando te sobrevenga un estado emocional especialmente intenso realiza la siguiente práctica:

Inspira lenta y profundamente mientras te dices: "Yo me siento irritado (apenado, temeroso, avergonzado, etc.)".



Expira lenta y profundamente mientras te dices: "No pasa nada". Si lo deseas puedes generar una imagen o recuerdo positivo.



Para entrenarte puedes repetirlo todas las veces que puedas al día, aunque no tengas afectación emocional, permitiendo con ello ponerte en contacto con tu cuerpo y tus emociones aumentando tu nivel de tolerancia y aceptación.

Para completar tu trabajo de casa con el trabajo de calle ten en cuenta los siguientes situaciones donde pueden ocurrir conflictos de falta de aceptación:



SITUACIONES DONDE DEBES PRACTICAR LA ACEPTACIÓN

Cuando trato de buscar un exceso de protagonismo en las relaciones con lo demás es posible que sea por el temor a quedar disminuido, rechazado o que no se me preste la debida atención. Trabaja en la aceptación de estos sentimientos de miedo al rechazo, al abandono o de sentimiento de inferioridad.



Si al levantarme tengo un sentimiento de malestar, ansiedad, pesadez o temor ante la expectativa del nuevo día, deberé centrarme en estos sentimientos en mi práctica diaria hasta alcanzar su aceptación.



Si durante el trabajo, los estudios o mi vida social experimento sentimientos aversivos de tipo variado, aparte de trabajarlos en mi práctica diaria, será positivo en todas aquellas situaciones que pueda (aunque sea utilizando el cuarto de baño) que haga el ejercicio de consciencia, centramiento y aceptación de las emociones percibidas o el ejercicio de "drenaje emocional".



Al final del día, haz un repaso a todas las situaciones conflictivas experimentadas a lo largo del día. En este repaso reconoce la distancia que ha habido entre tus estado emocionales internos y tus comportamientos externos: ¿te has mostrado amable con un cliente hacia el que sentías rabia? ¿te has mostrado irritado hacia alguien para esconder tu culpa? Date cuenta de la no aceptación de esas emociones e incluso la no concienciación de ellas. Trabaja en tu practica diaria con ellas.



Estate especialmente atento a tus actitudes de culpabilizar a otros ya que aquí tienes un buen trabajo que realizar al descubrir las emociones que ocultas bajo el mecanismo defensivo de culpar a otros.



Cuando descubras tu mecanismo defensivo ante la evitación emocional habitual, como puede ser el volverte agresivo, pasota, huidizo o paralizado, actúa ahora a la inversa, si el impulso es agredir, párate y reflexiona la emoción de la que huyes, si es de pasotismo, implícate para descubrir la emoción negada o si te paralizas, trata de enfrentarte para descubrir esa emoción. Trabaja en tu práctica diaria en estas emociones.



Cuando hayas trabajado bien en esta concienciación de tus emociones podrás experimentar los siguientes avances:



Puedo darme cuenta que ya no me critico tanto como antes. Sé identificar mis actitudes mentales negativas y en vez de quedarme en ellas voy a sentir las emociones y las sensaciones físicas.



Experimento menos temor hacia mi, hacia los demás o hacia la vida.



Observo como mis emociones se expresan con más facilidad y a la vez no me arrastran tanto como antes.



Tengo más sentido del humor.



3.3. Desarrolla tu atención y conciencia emocional.

Una vez que puedes identificar tus estados emocionales y sensoriales así como mantener una conciencia de aceptación durante unos 20 minutos, hemos de ir trasladando esta atención al resto del día.



Tu capacidad de percepción física y emocional se ha de afinar para poder captar cada vez con más claridad, los diferentes estados y matices emocionales así como las muy variadas y sutiles sensaciones corporales correspondientes.



Haz de practicar esta sensibilización de manera continua hasta que se convierta en una actitud tan simple y cotidiana como el ver televisión.



Cómo ejemplo de esta actitud de desarrollo de la atención consciente hazte la siguiente pregunta: ¿cuántos mensajes sensorio-emocionales puedes percibir en este instante? Observa y repasa tu cuerpo para percibir los mensajes de:



Los genitales.



Bajo vientre.



Nalgas.



El pecho.



El estómago.



Los intestinos.



Parte baja de la espalda.



Hombros y espalda.



Cuello y nuca.



Cabeza.



Piernas.



Brazos.



Pies.



Manos.



Mandíbulas.



Axilas.



Boca.



Ojos.



Mejillas.



Nariz.



Si repasas tu cuerpo con plena atención percibirás una gran cantidad de sensaciones que a pesar de ser habituales pasan frecuentemente desapercibidas, fíjate detenidamente en cada una de ellas y respira profundamente para centrar tu conciencia en la sensación.



El ejercicio que ahora te proponemos es el siguiente:



EJERCICIO PARA AUMENTAR TU CONCIENCIA EMOCIONAL

Objetivo: Ser capaz de sentir algo, aunque sea difuso, sutil o leve, en cada parte del cuerpo. Trasladar la conciencia activa en las sensaciones a las actividades cotidianas fuera del ejercicio.

Fase Preliminar: La preparación es la misma que la descrita en el ejercicio de identificación de las emociones.

1ª fase: Relájate. Esta fase es idéntica a la descrita en el ejercicio de identificación de las emociones.

2ª fase: focaliza tu atención plenamente en las percepciones sensorio-emocionales. Repasa tu cuerpo detenidamente de arriba a abajo o de abajo a arriba (puedes alternarlos) mientras observas con suma atención todos los fenómenos sensoriales que descubres así como los sentimientos, emociones, vivencias o recuerdos ligados a esas sensaciones. No te dejes llevar por los pensamientos o recuerdos de una forma puramente intelectual, sino vivencialmente, sintiendo las emociones suscitadas. Finalmente genera una atención globalizada y conjunta de todo tu cuerpo, siente a la vez pies, piernas, manos, brazos, tronco y cabeza. Recoge una vivencia intensa y conjunta de tu corporalidad y sensaciones energéticas y emocionales.

3ª fase: Regresa al mundo cotidiano y "pesca" emociones. Llévate esta sensación de estar con tu cuerpo, abierto y atento a sus sensaciones a tus actividades cotidianas. Todos los días deberás al final de la jornada haber identificado las 2 ó 3 emociones más dominantes durante ese día.

Indicaciones:

Tiempo al día: De 7 a 15 minutos diarios como mínimo.

Duración: 28 días consecutivos.

Lleva un diario: Si lo deseas puedes anotar tus experiencias en un diario donde anotes datos como las sensaciones físicas y sentimientos suscitados, el tiempo del ejercicio y el tiempo que has podido mantener la sensación física y el sentimiento asociado. Asimismo deberás anotar las emociones más importantes detectadas físicamente a lo largo del día.

Si al cabo de los 28 días no eres capaz de identificar alguna sensación en la mayoría de las partes de tu cuerpo en las que te has concentrado deberás seguir practicando.



Para mejorar tu capacidad de mantener tu atención puedes hacer el siguiente ejercicio:



EJERCICIO PARA AUMENTAR TU CAPACIDAD DE ATENCIÓN

Programa la alarma de tu reloj, o tu teléfono móvil para que suene cada intervalo de tiempo. Comienza por 1 hora, después 2, 4, 6 y 8 horas. Cada vez que suene la alarma te preguntas ¿Cómo me siento?

Puedes hacerlo durante varios días hasta que se te instale el hábito de la auto-observación de las sensaciones.

Los objetivos que deberás alcanzar en esta fase son:



Distinguir entre una emoción generada en el momento por un acontecimiento o traída a la memoria por un recuerdo. Así ya no caigo en eso de irritarme con aquellos que por ejemplo me recuerdan a los injustos que sufrí de pequeño.



En la medida en la que te concentras en las emociones y las toleras puedes percibir como a la vez que la sientes con claridad, disminuye su intensidad.



Puedes distinguir entre varias emociones suscitadas a la vez.



Puedes darte cuenta cuando estas conectado a tus emociones y organismo, hecho que normalmente adviertes con una elevación de tu nivel de energía.



Cuando te viene un emoción de forma intensa es menos probable que caigas en agredir a los otros para no sentir tu malestar, o en quedarte paralizado, para no descubrir tus inseguridades.



Puedes darte cuenta que cuando estás más conectado contigo, también lo estás con las personas que te rodean.



Lo que sientes y lo que expresas se parecen cada vez más. Disminuye tu teatro cara al mundo y te sientes que eres más tú, más real.



El captar las emociones en tu cuerpo te ayuda a saber decidir y actuar mejor (cuando noto que se me contraen los músculos del pecho, me tomo unas respiraciones profundas antes de actuar).